Despacho 505: El coronavirus se suma a las tragedias sanitarias de Chinandega
CHINANDEGA — Chinandega está cara a cara con el coronavirus. La pandemia ha empezado a abrumar a los ciudadanos de este departamento del Occidente de Nicaragua porque temen que se convierta en el escenario de uno de los brotes más agresivos por la inacción de los gobiernos nacionales y locales, el frágil sistema de salud público y el alto número de pacientes con enfermedades crónicas.
El Hospital España ubicado en el centro de la Colonia Roberto González, en un populoso barrio de Chinandega, es el ojo del huracán de la pandemia, debido a que, desde inicios de esta semana, se registraron las primeras muertes, aparentemente por coronavirus, aunque el Ministerio de Salud (Minsa) ha callado ante los casos. Y por si fuera poco se ha extendido la noticia de que las cirugías fueron suspendidas y los pacientes que no requirieran atención médica de urgencias fueron enviados a sus casas.
El secreto a voces en las afueras de este centro asistencial es que los casos de Covid-19 son demasiados y es por ello que las autoridades no recibirán a más personas febriles provenientes de los otros 12 municipios que le corresponde atender, como hospital de referencia departamental. Estos deberán ser atendidos en las unidades médicas de sus localidades, que no cuentan con Unidades de Cuidados Intensivos, ni equipamiento, lo que deja más vulnerable a los ciudadanos.
En las últimas 24 horas, se conoció que al menos dos personas fallecieron debido al Covid-19, dada la urgencia con que solicitaron a las familias que fuesen sepultadas, sin vela o servicio religioso como se acostumbra en esta población.
Estos fallecidos son habitantes de Corinto — el principal puerto de Nicaragua, ubicado a 17 kilómetros de la cabecera departamental —, uno de ellos es un hombre y el otro una mujer embarazada que permaneció conectada a un respirador artificial. Sus gemelos lograron sobrevivir.
Según reporte de asociaciones médicas independientes, 24 personas han muerto desde el 24 de marzo en Chinandega, y 10 de estas, entre el 30 de abril y el 4 de mayo, tuvieron diagnóstico de infarto sin supuesta vinculación con Covid-19.
Otras 8 muertes se dieron en circunstancias sospechosas, aunque fuentes médicas apuntan a contagios de coronavirus.
En localidades pequeñas y urbanas como Corinto, la noticia de estos fallecidos ha corrido como pólvora, lo que se evidenció en la poca afluencia de estudiantes en el Instituto Nacional Azarías Henry Pallais la mañana de este miércoles, así como la poca o casi nula presencia de niños en las escuelas primarias públicas, las actividades comerciales no han sido suspendidas, pero si hay más personas comprando mascarillas y evitando lo más posible salir a la calle.
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Los familiares de los fallecidos no permanecen en cuarentena obligatoria, porque el Minsa no incluyó a estas personas en las estadísticas de Covid-19 y han sido ellos quienes se la han auto impuesto para proteger a los vecinos, aunque en el caso de la familia de los bebés, debe viajar y por turnos estar al cuidado de ellos, en las afueras de la sala de neonatos en el hospital España.
Los pequeños negocios como farmacias, pulperías y centros de llamadas han colocado barreras como vitrinas, escritorios, para tener la distancia mínima prudencial mientras que otros atienden con mascarillas puestas, pero con portones cerrados.
Contradictoriamente las autoridades municipales continúan convocando a actividades masiva. En las pasadas fiestas tradicionales convocaron a las elecciones a reyes, hubo carrozas, carnaval, juegos bufos y por la noche de ayer se convocó a una tanda de cine infantil en el museo biblioteca ubicado en el parque Central.
Datos del Mapa de Salud del Minsa indican que el departamento cerrará 2020 con una población de 439,906 habitantes, alcanzando una densidad poblacional de 91 habitantes por km2. Para atender a los ciudadanos se cuenta con un hospital general departamental con 244 camas, 4 hospitales primarios con 90 camas, 12 centros de salud, 96 puestos de salud, 14 casas maternas con 167 camas disponibles.
También registra hay dos elementos que, de acuerdo con médicos consultados por este diario, debieron ser tomados en cuenta por las autoridades de salud ante esta pandemia: Chinandega es el tercer departamento con más casos diagnosticados de VIH en el país y es además el lugar donde se ubica la mayor cantidad de pacientes con Insuficiencia Renal Crónica (IRC).
El Mapa de Salud precisa que en 2019 se registraron 4,859 pacientes con IRC y 126 con VIH. La enfermedade renales crónica provocó la muerte de 358 personas, mientras que el VIH 20.
A este panorama se le deben agregar las declaraciones brindadas por la Unidad Médica Nicaragüense cuyos representantes aseguraron que en el país hay 44 casos de contagios en médicos y personal de salud, de estos 12 corresponden al Hospital España de Chinandega.
El temor al contagio es evidente en los médicos debido a que la orden brindada por las autoridades sanitarias nacionales, al informarse el pasado 18 de marzo sobre el primer caso positivo de Covid 19 en el país, fue que no se podían usar mascarillas ni guantes. Solo está permitido para labores “muy necesarias” y no para la atención normal a pacientes
En el caso de los médicos que atienden en las clínicas privadas, no les han prohibido el uso, pero no les proporcionan ningún tipo de equipamiento por lo que deben cubrir ese costo de sus propios bolsillos.
“La mascarilla, los guantes, la gabacha, los cubre zapatos, el gorro, todo lo que ando puesto me lo compré yo, igual que el alcohol en gel que tengo aquí, tomo mis medidas, me cambio de ropa cuando salgo y cuando llego a la casa me baño y me pongo otra ropa, pero lo hago para cuidar a mi familia, porque a nivel de institución no les interesa lo que nos pase”, manifestó un doctor de la clínica previsional Amocsa.
Este médico con más de 20 años de ejercicio señala que “no duda que al momento de la emergencia, que tenemos a la puerta todos, los médicos sean llamados a atenderla”, pero dadas las condiciones prefiere renunciar y es una tema que ha conversado con su familia.
“Hay un enorme déficit de médicos y las autoridades del Minsa no pensaron en nosotros al ponernos sin ninguna protección ante esta pandemia, no han cuidado de sus soldados en esta batalla y vamos a ser los primeros en caer y con nosotros la población sin atención”, expresó.
Los datos del Minsa dan cuenta de déficit del cual habla el galeno y es que por cada diez mil habitantes hay 12 camas hospitalarias, 10 médicos, 8 enfermeras y 9 auxiliares de enfermería y solo se cuenta a nivel nacional con 160 respiradores artificiales para una población mayor a los seis millones de personas.
“No sé qué esperan para decir la verdad, para dar los números reales para que la población se resguarde, da miedo”, dijo el médico. “Será que quieren que Chinandega sea el Wuhan de Nicaragua, tenemos el cóctel ideal para estallar y en eso deben pensar las autoridades del Minsa”.
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