Peñas Blancas Nicaragua: "pareciera que la única forma que vamos a salir de aqui es en bolsas plásticas" lamenta nica varado
El limbo migratorio en la que se encuentran 500 nicaragüenses varados en la frontera de Peñas Blancas, se vuelve aún más crítica. El régimen sandinista insiste en que deben de presentar la prueba covid-19 negativa, pero el grupo ya está en territorio nicaragüense, sin poder movilizarse y amenazados por un cordón de antimotines que los arrinconaron a un muro.
“Acá no hay personas con COVID-19 (…) Acá nos están dejando morir totalmente, pareciera que la única forma que vamos a salir de aquí (es) de uno a uno en bolsitas, bolsas plásticas”, se lamentó uno de los migrantes nicaragüenses de nombre Carlos (nombre ficticio por seguridad y temor a represalias) ante colegas de la Voz de América.
El joven Elvin Herrera pide un trato digno para los migrantes nicaragüenses que quieren regresar a Nicaragua.
Elvin Herrera, es un joven que salió hace más de siete días de San José, Costa Rica. La falta de trabajo debido a la pandemia le hizo tomar una decisión atípica en la dinámica migratoria en la región, trasladarse de territorio costarricense a su patria, Nicaragua.
PUEDE LEER: Unidad Médica Nicaragüense en Costa Rica denuncia condiciones inhumanas de nicas varados
“El llamado que le hago al gobierno y a las instituciones de Nicaragua, como el Ministerio de Salud y la Dirección de Migración es la exigencia de nuestros derechos como nicaragüenses”, dijo Herrera.
“Que se nos dé el trato digno como nicaragüense, no politizando las cosas, porque esto no es un partido político o movimiento político, es la necesidad de cada nicaragüense que emigra para salir adelante con su familia”, expresó a la VOA mientras era observado por agentes antidisturbios que vigilan el campamento.
La situación de Elvin y sus compañeros se agudiza porque están a la intemperie y cuentan con pocas toallas, paños y lonas para protegerse de la lluvia y las altas temperaturas del puesto fronterizo de Peñas Blancas.
Los camiones cruzan la frontera entre Costa Rica y Nicaragua muy cerca del campamento de migrantes nicaragüenses. También los perturba la contaminación que dejan los camiones que cruzan la frontera y el hacinamiento en que se encuentran, señaló la doctora Matilde Jirón, de la ONG Asociación Unidad Médica Nicaragüense, capítulo Costa Rica.
“Hay un solo inodoro para más de 400 personas, eso desde el punto médico no es posible, no tienen donde bañarse, ya tienen casi una semana de no bañarse estas personas”, explicó la doctora.
Jirón advirtió que “están todas las condiciones dadas para que haya una epidemia, no solo desde el punto de vista de la COVID-19, sino cualquier otro tipo de epidemia porque aquí hay muchos zancudos (mosquitos), ya que estamos en tiempo de lluvias”.
“Puede haber una epidemia de diarrea por la concentración de la gente y las condiciones higiénico sanitarias donde ellos se encuentran”, dijo la especialista en Salud Pública exiliada en Costa Rica.
Para ayudar en esa situación, la organización que representa Jirón se ha aproximado a la zona fronteriza para llevarles botellas de agua, mascarillas, papel higiénico y toallas sanitarias para mujeres.
LEER MÁS: Roberto Samcam: expulsión de nicaragüenses a Costa Rica es inconstitucional, irregular y prohibido
“Con los elementos del clima, el sol y la lluvia, la fuerza que uno traía, la fuerza vital, ya se está degradando poco a poco. La energía, la salud, el sistema inmunológico: estamos débiles, cansados de sueño, de hambre, de sed, no sabemos cuánto tiempo vamos a estar aquí”, dijo Carlos desesperado.
Un divisor vial anaranjado fue colocado en la línea divisoria entre ambos países y es custodiado por diversos cuerpos policiales de Costa Rica, cuyo efectivos se han solidarizado con los migrantes y les ofrecen botellas de agua y algunos alimentos sin penetrar en territorio nicaragüense.