Suicidio de médico pone en evidencia estrés emocional que enfrenta el personal de salud en Nicaragua

Al doctor Danny Yesembel Palma Malespín familiares y amistades lo recuerdan como una persona sonriente, amable y servicial. Su lamentable fallecimiento a consternado al gremio médico de todo el país. 

Palma Malespín era originario de la ciudad de León y trabajaba para el hospital Carlos Roberto Huembes de la Esperanza del municipio El Rama de la Costa Caribe Sur.

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Medios locales informaron que el pasado 5 de enero el doctor Danny Palma fue hallado sin vida en la habitación que alquilaba y las versiones indican que se trató de un suicidio.

Sin embargo, hasta ahora se desconocen las razones que llevó a este profesional de la salud a tomar tan drástica decisión.  

Colegas de Palma Malespín lamentaron su muerte y recordaron las noches de desvelos que compartieron durante su preparación para convertirse en un profesional sanitario.

Para el médico José Antonio Delgado, especialista en ginecología la carga laboral del personal de la salud es una realidad. 

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Advierte que hay médicos que ejercen turnos hasta de 36 horas con alimentación es de mala calidad y en la mayoría de los casos ni siquiera hay condiciones que les permitan descansar, pero con la pandemia del Covid-19, esta situación se ha recrudecido contra el gremio.

Gremio al que prefiere no llamarlo héroes de blanco porque a su juicio es la manera de negarles sus demandas. 

“Los colegas que trabajan desde muy temprana edad en centros provisionales en su mayoría son hipertensos, tienen diabetes, problemas de obesidad, de difusión sexual. Tienen problemas en sus matrimonios y serios problemas en salud mental”, señala el especialista en ginecología.

Agrega que la pandemia causó un impacto fuerte en el personal de salud porque se enfrentó a una enfermedad desconocida y luego a ver morir a su propia gente. 

“Cuando se nos muere un paciente porque se complica su enfermedad o porque tenía que morirse, los médicos nos sentimos culpables”, analiza.

Agrega Delgado que a veces los médicos se sienten culpables de forma inconsciente y termina afectando su salud mental porque no cuentan con un proceso de sanación que deberían realizarse periódicamente por estar sujetos a tanto estrés.

Un miembro de la Asociación Médica de Estelí dijo a 100%Noticias que para la ciudadanía nicaragüense ha estado sometida a un alto nivel de estrés en los últimos cuatro años y con la llegada de la pandemia en 2020, que era una enfermedad desconocida la carga fue doble para los médicos.

“Con la represión gubernamental se corrieron a muchos médicos y quienes quedaron laborando en el sistema público son gente humillada y sometida a mayor nivel de estrés emocional porque ni siquiera le mejoran el salario, al contrario, hay maltrato. Recordemos que cuando empezó la pandemia les negaron usar mascarillas”, narra el profesional que ha pedido el anonimato.

Este médico explica que para los jóvenes es más difícil soportar la doble carga de estrés emocional y aumenta la presión en el gremio porque debe callarse el mal manejo del gobierno reportando un muerto semanal por la pandemia. 

“Los médicos que tenemos más edad nos estresamos, pero tratamos de ver la vida con esperanza de que esta situación va a cambiar porque sabemos que todo es cíclico, sin embargo, los jóvenes son más afectados”, lamenta.

Otros casos

En las últimas horas el departamento de Carazo reportó dos casos de suicidio en jóvenes menores de 30 años. 

Según los últimos datos oficiales del Minsa, el 2020 cerró con 330 suicidios, una cifra alarmante. Por ello es importante, no olvidarse del cuidado mental de las personas, familias y comunidades.

Cuidar la salud mental

El psicólogo Erick Jarquín advierte que los médicos por su tipo de trabajo siempre están sometidos a cargas de estrés por lo que es necesario que se fortalezca la salud mental del gremio.

“Tienen problemas de pareja, ansiedad, angustia, ataques de pánicos, depresión, distimia, tienen trastornos obsesivo compulsivo, problemas psiquiátricos”, dice Jarquín.

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Agrega que hay que observar siempre a las personas que sufren duelos, son depresivas, tienen deudas, sufren de rupturas amorosas, a quien se corta los pulsos para llamar la atención o para no llamarla e insiste que a todos ellos dada su condición de vulnerabilidad mental hay que observarlos.

Para el psicólogo Steven Rivas, la muerte del médico Danny Palma es una demostración que los médicos y enfermeras están atravesando por una situación agravada con la pandemia. “El suicidio no es un juego. Es una realidad que lamentablemente estamos viviendo”, reflexiona.

Por su parte, la psicóloga Michelle Aragón hace un llamado a estar atentos a las señales de alerta y explica que las personas con ideas suicidas siempre dan indicios, muchas veces hasta lo expresan a través de sus redes sociales con mensajes.

Los expertos en salud mental coinciden que el suicidio en ninguna circunstancia es triunfalista, al contrario, es una situación que se debe lamentar, pero la única forma de prevenirlo es hablando del mismo de una forma responsable.

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En caso de una emergencia, estos expertos recomiendan llamar a los bomberos o la Policía Nacional y tener a mano el número de especialistas en salud mental para que ellos recomienden el protocolo que se debe aplicar.

Una de las prácticas que cualquier ciudadano puede ejercer es posponer el tiempo y cambiar la conjugación verbal, por ejemplo, si se encontró a un familiar con ideas suicida se le debe hablar de cosas que debía hacer para ganar tiempo mientras llegan las autoridades autorizadas para salvarle la vida. 

Hasta el cierre de esta nota, el Ministerio de Salud (Minsa) no se había pronunciado ni tampoco la Policía solicitó investigación del caso del doctor Danny Palma.