Monseñor Álvarez pide un milagro para vivir en libertad, sin presos políticos y sin exiliados
Monseñor Rolando Álvarez, obispo de la diócesis de Matagalpa y administrador de la diócesis de Estelí, pidió a Dios un milagro para poder vivir en una Nicaragua en libertad, sin presos políticos y sin exiliados. Las palabras del prelado resonaron durante la homilía de su eucaristía celebrada en el santuario del Señor de los Milagros, ubicada en Ciudad Antigua Nueva Segovia, diócesis de Estelí.
La eucaristía de monseñor Rolando Álvarez fue celebrada en el marco de las fiestas patronales en honor al “Nuestro Señor de Esquipulas”, conocido también como “El Cristo negro”.
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“Ante el Señor de los Milagros, también pidámosle que obre el milagro en Nicaragua, que nos haga esa merced de hacernos el milagro en Nicaragua. Levanten la mano los que quieran que el señor de los milagros nos haga el milagro en Nicaragua. Que nos haga el milagro de vivir en paz, de vivir en justicia, de vivir en libertad, de vivir sin esa migración forzada que nos está desangrando como país y que está desintegrando a nuestras familias”, expresó el obispo de Matagalpa durante su eucaristía celebrada esta mañana en la diócesis de Estelí.
Monseñor Álvarez también aprovechó la oportunidad para pedir a Dios por las familias que están desintegrándose a causa de las migraciones forzadas.
“Levanten la mano los que aquí tenga a un familiar, amigos o conocidos ya fuera del país, queremos señor de los milagros que nos hagas el milagro de vivir en un país con esa paz sin migración forzada, para que nicaragua no se siga desangrando, para que nuestras familias no se sigan desintegrando”, exhortó el religioso.
El purpurado también pidió a Dios que haga el milagro de vivir en una Nicaragua en donde los conflictos y persecuciones políticas terminen de una vez.
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“Queremos señor de los milagros suplicarte que nos hagas vivir en esa Nicaragua en paz, sin presos políticos, sin exiliados, sin gente en la clandestinidad, escondida, queremos pedirte señor una nueva Nicaragua, dánosla porque la necesitamos y nos urge tenerla”, continuó el religioso, quien agregó que no pertenecen a las élites.
“No somos circulo de poder”
Antes las voces que atacan a la Iglesia Católica en Nicaragua, señalándolos de ser políticos, monseñor Álvarez recordó que los obispos y sacerdotes “no pertenecen” a los grupos de élites del país.
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“No pertenecemos ninguno, aquí a círculos de poder social, político o económico, no. Nosotros somos el pueblo santo de Dios. Somos el pueblo común y nos alegra ser el pueblo común, ser del pueblo de a pie”, añadió el prelado.
Monseñor Rolando Álvarez finalizó recordando las palabras del papa Francisco de echarse la Patria al hombro para “no renunciar a ese país que queremos”.