Estudiantes: "yo hasta he dejado de comer para pagar mis estudios" tras cancelación de universidades

La jinotegana Aleyda Rizo siente que su mundo se le vino abajo tras conocer que su universidad se encuentra entre las cinco que fueron despojadas de personería jurídica por decreto parlamentario este 2 de febrero.

Fue la primera de su familia en cursar estudios superiores y estaba a punto de ingresar al cuarto año de la carrera de derecho, del turno sabatino, en el recinto de Estelí de la Universidad Politécnica de Nicaragua (Upoli). 

“Yo he sacrificado mucho e incluso he dejado de comer para alcanzar a pagar la universidad”, dice esta madre soltera que divide su tiempo entre las responsabilidades y los estudios.

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Aleyda de 31 años, es una de las pocas universitarias que accedió a hablar en público, dice que aceptó porque es parte de las estudiantes afectadas y necesita respuestas a sus dudas.

Cuenta que su modesto salario de empleada doméstica a penas le alcanza para pagar la renta de la habitación, el pago para que le cuiden a su hijo de 10 años y en meses que se ajusta se ha retrasado con los compromisos de la universidad.

“Me siento decepcionada. Anteriormente, ingresé a otra universidad, pero me aseguraron que esta era la mejor y ahora salen con esta situación tan escalofriante”, cuenta preocupada.

Aleyda pagaba treinta dólares mensuales y veinte de matrícula. Narra que sus compañeros al igual que ella se encuentra en shock y solo esperan que pronto las autoridades les resuelvan y les den las respuestas que hasta ahora les han negado.

“Los maestros y encargados dicen no tener conocimiento sobre el asunto”. Aleyda insiste que su vida de estudiante ha sido de mucho “esfuerzo, dinero y sacrificio”. 

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Por su parte una estudiante esteliana de la facultad de ciencias médicas de la Universidad Católica Agropecuaria del Trópico Seco (Ucatse) quien por temor a represalias habló bajo el anonimato dijo sentirse frustrada porque estaba a semanas de empezar su internado.

“Nosotros nos hemos entregado en cuerpo y alma a la profesión que tanto amamos y no solo está en riesgo nuestro esfuerzo también el sacrificio de nuestros padres”, se lamenta.

Esta joven dice que desde que escuchó la noticia no ha parado de llorar por tanta impotencia e insiste que es una injusticia la que se les está haciendo esto en su último año. 

“Nosotros pagamos 160 dólares mensuales y cien dólares de matrícula para que ahora nos salgan con esta desgracia”.

Asimismo, la afectada detalló que también se siente triste por sus compañeras hondureñas que habían elegido la Ucatse porque en la zona norte goza de gran prestigio y también en ese vecino país.

 “Ahora estamos más jodidas que antes”.

Otra de las estudiantes afectadas que accedió a hablar bajo el anonimato dice que era estudiante de la universidad Paulo Freire (UPF) donde cursaba el segundo año de una maestría. 

“Yo trabajo para una institución del Estado que prefiero omitir su nombre y solo pagaba 16 dólares de mensualidad porque la universidad tenía un convenio con los empleados”.

Al igual que los otros universitarios esta joven dice sentirse sorprendida porque estas medidas tocaron afectaron a personal del gobierno. 

“Honestamente yo no sé qué va a pasar y solo me resta esperar a ver si seguimos o aquí concluye todo”.

En este punto, la presidenta del Consejo Nacional de Universidades (CNU) Ramona Rodríguez aseguró que se les dará continuidad a los estudios en los mismos recintos. 

“Nosotros queremos decirles que como CNU les damos seguridad de que ellos van a cumplir con sus estudios. Van a cumplir con pensum académico, con su curriculum que han seleccionado en cada una de las universidades”, dijo la presidenta del CNU al medio oficialista Tn8.

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Asimismo, Rodríguez detalló que los estudiantes de la también aniquilada Universidad Hispanoamericana (Huispam) fueron reincorporados el pasado 31 de enero en sus mismos recintos.

“Nosotros, nuestra actividad académica, la vamos a desarrollar en los recintos donde ellos estaban matriculados. No los movemos a los estudiantes porque estas son infraestructuras que estaban siendo ocupadas por ellos”.

Las cinco universidades despojadas de su personería jurídica este 2 de febrero corresponden a Upoli, Ucatse, UPF, Universidad Nicaraguense de Estudios Humanísticos (UNEH) y Universidad Popular de Nicaragua (Uponic).