Álvarez pide orar por familias desempleadas, por los trabajadores explotados y los migrantes
Monseñor Rolando Álvarez pidió a los creyentes orar por las familias desempleadas, por los trabajadores explotados y por quiénes han tomado la terrible opción de la migración forzada. También denunció la “plaga del desempleo”, así como la violación de la dignidad del trabajo debido a que los trabajadores tienen derecho a un salario justo.
En su homilía el religioso señaló que el “trabajo” es antiguo como el hombre y su vida en la tierra. Sin embargo, la iglesia en su misión de servicio ha encontrado innumerables casos de violación de la dignidad del trabajo, es decir la “plaga del desempleo”.
“Nuestra sociedad presenta el problema de encontrar un empleo adecuado para toda persona capaz de él, es decir la falta de puestos de trabajo esto se convierte en problema doloroso cuando los afectados son principalmente padres y madres de familia que no tienen como sustentar sus hijos, cuando son jóvenes quienes después de haberse preparado mediante una formación cultural técnica y profesional no logran encontrar un puesto de trabajo” denunció Álvarez.
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El líder religioso manifestó que actualmente los empleadores “desprecian” los derechos que fluyen del trabajo, especialmente el derecho al justo salario, a la seguridad del trabajador y de su familia.
“Es un grave problema cuando la remuneración por el trabajo ya no es suficiente para mantener dignamente una familia y asegurar su futuro. La justicia se traduce en la actitud determinada por la voluntad de reconocer al otro como persona, una sociedad justa puede ser realizada solamente en el respeto de la dignidad de la persona, el respeto de la dignidad humana”, expresó
También Álvarez se refirió a la migración forzada, como consecuencia del desempleo en el país. “Muchos hombres y mujeres salen de su propia tierra en búsqueda de otros horizontes enfrentándose a condiciones inhumanas y esto lo sitúa en primera línea de riesgo frente a la explotación, la trata, el abuso, el tráfico y todo tipo de injusticias, son vistos como un sin registro o un don nadie, por el que no hay quien responda”
Monseñor expresó que muchos migrantes enfrentan el riesgo de la muerte, sin que los Estados y sociedad presenten una propuesta sólida para resolver esta problemática.
“Lo sitúan en primera línea de riesgo frente a la muerte, el derecho a estar en la propia tierra enmarca entonces en una propuesta sólida y compleja que conlleva una serie de peticiones de compromiso a las sociedades para que éticamente y en conjunto trabajen, inviertan y promuevan el desarrollo integral”
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Agrega “Todos los seres humanos somos responsables de todos, esto deriva en una categoría ética que actúa como vacuna contra la globalización de la indiferencia y hacia las sociedades más humanas, es decir es la respuesta a la pregunta de Dios a ¿Caín dónde está tu hermano? Hoy nadie en el mundo se siente responsable de la muerte de los migrantes, se ha perdido muchas veces el sentido de la responsabilidad fraterna vemos al hermano medio muerto, al borde del camino y pensamos pobrecito, y seguimos nuestro camino no nos competen y con eso nos quedamos tranquilos, nos sentimos en paz”, lamentó
Sobre la migración forzada, Álvarez insistió en que la “patria” debe dar las condiciones para un trabajo digno.
“Debe ser garantizado junto al derecho a emigrar también el derecho a no emigrar, es decir el derecho de encontrar en la patria condiciones que permitan una realización digna de la existencia porque vivimos en un tiempo de explotación de los trabajadores, en un momento en donde el trabajo no está precisamente al servicio de la dignidad de la persona humana, sino que es el trabajo esclavo debemos formar educar a un nuevo humanismo del trabajo”