Báez: "La fe en el Dios que es amor nos impide ejercer el poder en forma totalitaria"

Monseñor Silvio Báez instó a los creyentes a seguir el ejemplo de unidad y amor que existe entre El Padre, El Hijo y El Espíritu Santo, que conforman la Santísima Trinidad. En su homilía, el obispo expresó que en esta unidad hay una relación de amor, entre las cuales no hay ninguna confusión, división ni separación.

“No hemos sido creados para estar solos ni para encerrarnos en nosotros mismos. Por eso es que no nos sentimos bien cuando nos aislamos de los demás o cuando otros nos excluyen de la convivencia. No somos islas”, dijo Báez.

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El líder religioso manifestó que el ser humano es feliz cuando alguien lo quiere y comprende, porque hemos sido creados a imagen de la Santísima Trinidad.

“Quienes creemos que Dios es una relación de amor, luchamos contra las fuerzas egoístas que desintegran nuestro corazón y esclavizan nuestra vida. Cuando creemos que Dios es una relación de amor, no nos sentimos superiores a nadie, no nos imponemos por la fuerza, intentamos buscar siempre el diálogo, ofrecemos oportunidades, sabemos delegar y trabajar en equipo y respetamos los derechos y la dignidad de los otros”.

Agrega “Cuando creemos que Dios es una relación de amor somos generosos, nos damos con alegría, sin envidia ni celos y buscamos en todo el bien y la felicidad de los demás. El misterio de la Santísima Trinidad nos revela que cuando nos damos en el amor nunca nos empobrecemos; al contrario, solo amando es que vamos logrando nuestra madurez y alcanzando nuestra propia identidad”.

En este sentido, señaló que esta unidad debe influir en la convivencia social porque es necesario superar la lógica del dominio y la opresión. 

“Dios es comunión de amor, los individuos y las instituciones nos esforzamos por superar toda lógica de dominio y de opresión, cultivamos la tolerancia y el diálogo sincero, buscamos el bien común de toda la sociedad y luchamos contra toda desigualdad y discriminación”.

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“La fe en el Dios que es amor nos impide ejercer el poder en forma totalitaria e imponer un sistema de pensamiento único. Cuando creemos que Dios es comunión de amor luchamos por implementar en la sociedad las bases de una cultura no de la contraposición, que por principio busca destruir al adversario, sino la de la comunión, construida con la inclusión de todos, el respeto de todos y la participación de todos”, finaliza.