Declaran culpable a mujer por negar que sacerdote de Nandaime la agredió
La Fiscalía Orteguista Fiscalía Orteguista solicitó cinco años de cárcel para Martha Candelaria Rivas Hernández, de 44 años, luego de que una jueza de Granada Granada la declaró culpable del supuesto delito de falso testimonio.
Según la Fiscalía, Rivas Hernández cometió el delito de falso testimonio el pasado 17 de junio cuando negó, en una audiencia de anticipo de pruebas, haber presentado denuncia contra el párroco de Nandaime Manuel Salvador García RodríguezManuel Salvador García Rodríguez, de 57 años, por el supuesto delito de violencia física y psicológica en perjuicio de ella.
Aunque en el juicio ni siquiera se mostró un documento que confirmara que Rivas Hernández había denunciado al sacerdote por haberla agredido físicamente la noche del pasado 30 de mayo, la jueza María Zapata Morales, del Juzgado Segundo Local Penal de Granada, la declaró culpable por haberse retractado y hasta argumentó que fue evidente que pretendía ocultar el hecho.
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Hasta el 17 de junio, la Fiscalía tenía a Rivas Hernández y a su hija de 15 años de iniciales E.N.S.H. como testigos claves del juicio que impulsaron contra el sacerdote Manuel Salvador García Rodríguez, párroco de la iglesia Jesús de Nazareno de Nandaime.
En éste relato de lo hechos, la Fiscalía aseguró que el sacerdote y Rivas Hernández sostenían una relación de pareja desde el 2021 y que la noche del 30 de mayo ella llegó a visitarlo a la iglesia en compañía de su hija de 11 años.
Después de cenar en la casa cural, supuestamente se tomaron unos tragos de licor y a las 10:30 de la noche discutieron porque ella le revisó el celular y encontró unos mensajes que le había enviado una feligrés al sacerdote.
El padre le respondió que estaba malintepretando las cosas y luego se dirigió abrir el portón principal de la iglesia y ella se fue detrás de él. Estando frente al portón, la Fiscalía asegura que el sacerdote le pegó en la cara a Rivas Hernández con la mano izquierda, en la que sostenía el candado
El golpe le ocasionó una lesión en la nariz, pero Rivas Hernández confirmó desde un inició que el hecho sucedió de manera accidental y que entre ella y el sacerdote no existía ninguna relación de pareja.
Esta versión la brindó tres días después de los hechos, cuando la Policía la llegó a buscar y para armar la acusación contra el sacerdote la remitieron al Instituto de Medicina Legal de Managua (IML) para determinar su estado de salud físico y mental.
En la valoración, que hizo el 3 de junio el especialista en psiquiatría del IML, Ronald López Aguilar , se confirmó en juicio que Rivas Hernández le refirió durante la entrevista que le realizaron, que el golpe fue accidental y que tampoco tenía relaciones sexuales con el sacerdote, que eran amigos y le ayudaba económicamente con 600 córdobas a la semana porque el padre de sus dos hijos no la apoyaba desde hace 18 meses.
Pero ante las preguntas que le hizo fiscal Annye Rodríguez, el forense explicó que una víctima de violencia puede retractarse por razones económicas o por asuntos de superioridad.
Además de tres peritos forenses, la Fiscalía también contó en juicio con la versión de los policías de Auxilio Judicial Nacional, Gabriela Suyén Urbina, Juan Carlos Jiménez y Silverio Sandino Calero.
Gabriela llegó a decir que ella recibió la denuncia el 2 de junio contra el párroco, pero confirmó que el denunciante fue Humberto José Sánchez López de 44 años, exesposo de Rivas Hernández.
Aunque no mostró ninguna declaración firmada por Rivas Hernández, la oficial de AJN, dijo que en la primera entrevista que le realizó a la supuesta víctima, está le manifestó que tenía una relación de pareja con el sacerdote y que la noche del 30 de mayo la agredió.
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Silverio, compareció en juicio como el denunciante de Rivas Hernández por el delito de falso testimonio y Jiménez como el oficial que recibió la denuncia.