Conferencia Episcopal de Nicaragua siente "profundo dolor esta herida" por persecución a iglesia y arresto de Monseñor Álvarez

La Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) se pronunció sobre el secuestro y posterior detención domiciliaria contra Monseñor Rolando Álvarez, quien fue sustraído en horas de la madrugada de la Curia Episcopal de Matagalpa por antimotines de la policía sandinista.

En comunicado, la CEN sostiene que los obispos de Nicaragua son un solo “cuerpo”, por lo cual sufren junto al obispo Álvarez y demás sacerdotes detenidos arbitrariamente.

“Somos un cuerpo y vivimos una profunda comunión a imagen de la santísima Trinidad, hoy sentimos con profundo dolor esta herida que sufrimos como iglesia en Nicaragua y oramos por nuestro hermano monseñor Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa, por todos nuestros sacerdotes y fieles laicos para que el Señor nos de la palabra para dar a conocer sin temor el ministerio del evangelio”, reza el comunicado.

Al mismo tiempo, reiteran que el Cardenal Leopoldo Brenes visitó a Álvarez, quien permanece en “resguardo” domiciliario; mientras sus acompañantes fueron trasladados a la Dirección de Auxilio Judicial, también conocido como El Chipote.

“Su eminencia señor Cardenal Leopoldo Brenes tuvo la oportunidad esta mañana de conversar como Monseñor Álvarez, lo encontró físicamente desmejorado, pero espiritualmente fuerte con la confianza puesta en el señor”.

En el pronunciamiento, la iglesia destaca que permanecen unidos en todo momento y circunstancia “los obispos y toda la iglesia de Nicaragua permanece unida en la penitencia y la oración”.

Agregan “Madre Santísima intercede por todos aquellos que viven y mueren a causa de la fe en Jesucristo y su iglesia queremos aprender de ellos a amarte cada día, a confiarnos a ti en todas nuestras necesidades. Enséñanos a imitar su fe, su esperanza, su calidad y su entrega hasta el extremo en manos de tu hijo Jesucristo punto Santa María, auxilio de los cristianos, ruega por nosotros”, finaliza.

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En lo que va de año, el Gobierno sandinista ha expulsado del país al nuncio apostólico Waldemar Stanislaw Sommertag, llevado a prisión a tres sacerdotes, cerrado ocho radioemisoras católicas y sacado de la programación de la televisión por suscripción a tres canales católicos.

El Gobierno de Daniel Ortega también ha ingresado por la fuerza y allanado una parroquia y expulsado a 16 monjas de las misioneras de la orden Madre Teresa de Calcuta, así como ha prohibido a la Arquidiócesis de Managua la procesión con la imagen peregrina de la virgen de Fátima.

El presidente Ortega tildó de "terroristas" a los obispos nicaragüenses que actuaron como mediadores de un diálogo nacional con el que se buscaba una salida pacífica a la crisis que vive el país desde abril de 2018.