Afectados por Julia en Nicaragua: “Lo perdimos todo, no tenemos comida”

Pobladores de la Costa Caribe de Nicaragua claman por alimentos, agua y techo, tras el paso del huracán Julia de categoría 1 que les arrebató los pocos víveres y enseres que tenían para sobrevivir con sus familias.

“Estamos necesitando comida y ropa para el bebe, perdí la casa, perdí la ropa, perdí los trastes. Perdí todo, quedamos en la calle”, dice Sheyling Hodgson con voz entrecortada, mientras chinea a su pequeño hijo de un año de edad.

Sheyling es madre de dos hijos. Está embarazada y su mayor preocupación es que los vientos del huracán Julia le destruyó su vivienda. No tiene donde dormir por las noches, por lo que un vecino que sufrió menos afectaciones le ha apoyado con albergarla junto a sus niños, mientras logra reparar su casita en la comunidad de Tasbapounie.

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“Fue muy duro, es triste para nosotros porque perdimos la casa, perdimos casi la mayoría de la ropa del bebe, casi lo perdí todo.  Tengo un niño de un año, estoy embarazada y no tengo nada para el bebe”, insiste la joven madre.

En la comunidad Tasbapounie, donde habita Sheyling, el panorama es desalentador, al menos unas 50 viviendas de madera no resistieron la furia de Julia, que ingresó a territorio nacional a eso de las una de la mañana, indican reportes oficiales.

“Nadie nos ha ayudado”

La ayuda anunciada por Rosario Murillo Zambrana, quien usurpa la vicepresidencia de Nicaragua aún no llega a estas zonas afectadas. Los pobladores confían en Dios de que pronto podrían recibirla.

“Estaban malas las condiciones (cuando entró el huracán). El techo de mi casa se desprendió, al regresar, mis niños lloraban al verla. No tengo donde dormir”, dice Yuris Morales, otra de las afectadas, quien no para de llorar al recordar el impacto de Julia.

“Tengo que ir a posar donde el vecino. Estamos esperando la ayuda de la comunidad, del presidente (Daniel Ortega) y de los municipios”, expresa la angustiada madre de familia.

Una muestra de la furia del huracán son las palmeras de coco, las que quedaron dobladas, dando crédito al horror vivido por los caribeños.

“No tenemos comida, no hay trabajo y los alimentos todos se mojaron. Estamos mal en los alimentos, estamos esperando a alguien que nos ayude a nosotros”, clama Morales.

“Necesitamos agua”

Marlon, es otro de los pobladores afectados en Tasbapounie. Como líder comunitario pidió ayuda para su barrio, que quedó completamente destruido.

“Aquí estuvo feo, fue horrible, puede ver cómo quedó el pueblo, destruido. Quedaron como 70 casas destruidas, pero la mayoría quedaron afectadas”, explica el líder comunitario a 100% Noticias.

En su barrio habitan unas cinco mil personas, pero ninguna tiene alimentos, detalló el afligido hombre.

“Se necesita comida y agua, aquí el agua no sirve, aquí solo estamos bebiendo el agua del coco. Solo viene la alcaldía a hacer levantamiento de censo de lo que pasó pero no ofrecen ayuda”, puntualiza Marlon con cierta impotencia.

El líder comunitario espera que la ayuda del gobierno central llegue pronto porque cada minuto sin agua potable, representa un riesgo para sus vidas.

200 mil familias afectadas

De acuerdo con el último informe preliminar brindado por la sancionada Rosario Murillo, el huracán Julia dejó a más de 200 mil familias temporalmente sin energía ni agua potable en Nicaragua.

Aunque los servicios se han ido restableciendo desde que Julia abandonó el país, la tarde del mismo domingo 9 de octubre, después de impactar en Nicaragua, aproximadamente un millón de personas se quedaron sin energía ni agua, si se toma en cuenta que cada familia en Nicaragua está compuesta por cuatro o cinco integrantes.

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"No tener energía también es una dificultad, porque no hay agua. Tenemos 93 % del servicio restaurado. Se restableció un total de 190.000 familias. Esperamos que en el transcurso del día sigamos avanzando", dijo la vicepresidenta del país, Rosario Murillo, a través de medios oficiales.