Miguel Mendoza: “Haré periodismo deportivo, pero lo seguiré combinando con mis opiniones políticas”
Desde que era un niño, Miguel Mendoza soñaba con ser cronista deportivo, una pasión que descubrió con el béisbol y que materializó en 1992, año en que arrancó su carrera.
Es un periodista versátil y con experiencias que muy pocos tienen en su campo: ha cubierto más de cien peleas de campeonato mundial en boxeo, infinidad de juegos de béisbol, tanto nacionales como de las Grandes Ligas, sin olvidar juegos centroamericanos y partidos de fútbol.
Hoy, en el día nacional del periodista, pese a ser uno de los cronistas más respetados del país, por su manejo impecable de estadísticas y análisis de las diferentes disciplinas, se encuentra desterrado y despojado de su nacionalidad, por ejercer su derecho a la libertad de expresión, y es obligado a reinventarse como profesional, algo que está haciendo con valentía y optimismo, dos de sus grandes cualidades.
“El desafío primero es conseguir las herramientas para convertirme en un medio alternativo, hacer mi propio medio ya de manera ordenada, tener todas mis cuentas, pero primero tengo que buscar la computadora, los teléfonos, tengo que buscar cámaras, tengo que buscar todas las herramientas, pues, como sabrán, me mandaron, me expulsaron del país, me desterraron, solamente con la ropa que traía encima, por lo tanto, ese es el reto”, explica Mendoza, quien se muestra seguro.
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Asimismo, reconoce que toda la vida ha hecho periodismo y con ese trabajo ha conseguido ingresos, sin embargo, afirma que “ahora ya no los puedo tener como los tenía antes, porque a las empresas en Nicaragua les da temor patrocinar espacios donde aparezcan periodistas como yo, que son señalados, perseguidos por el régimen, por lo tanto, de patrocinarme ellos, tendrían también dificultades, así que tengo que ver de qué manera me las juego aquí”.
Sin embargo, Mendoza no titubea al decir que “la mayor parte de mi energía la utilizaré para seguir opinando, para seguir señalando y para seguir aportando ese pequeño granito de arena por la libertad de Nicaragua, por la democracia y por la justicia. Haré periodismo deportivo, pero también lo seguiré combinando con mis opiniones políticas”.
Aunque era periodista deportivo, no pudo callar ante los crímenes
Miguel Mendoza considera que no fue encarcelado, sino secuestrado por el régimen, a causa de señalar, criticar y opinar sobre los crímenes desatados a partir del 2018, sin embargo, apunta que desde antes mantenía una línea crítica a la deriva dictatorial autoritaria del régimen de Ortega y Murillo.
“Aunque venía criticando, fue en el 2018 que empecé a hacer publicaciones y plantear debates, al señalar y opinar sobre los crímenes que estaban ocurriendo, porque, como lo he dicho en otras ocasiones, me daba pena limitarme al aspecto deportivo mientras muchísima gente estaba siendo reprimida y decenas asesinados, era una obligación como ciudadano”, señala Mendoza.
Asimismo, asegura que asumió “el reto de defender mi derecho a la libertad de expresión, al ser informado y al dar información, como me respalda la Constitución Política de Nicaragua. Yo soy un periodista, no soy un activista político, no pertenezco a ningún partido”.
“Asumí mi encarcelada con dignidad”
Mendoza recuerda que sus publicaciones en las redes sociales fueron creciendo como “una bola de nieve, mis seguidores fueron creciendo, mis seguidores esperaban que yo me pronunciara sobre lo que estaba ocurriendo en Nicaragua y de repente eran miles y miles y miles los que me escribían, me mandaban información, me mandaban videos que yo después de constatar su veracidad publicaba en mis redes sociales y se publicaron muchas primicias de las noticias más importantes que ocurrieron en esa etapa tan difícil y sangrienta del país, y por esa confianza que la gente tuvo en mí creo que mis redes sociales se convirtieron en una piedra en el zapato del régimen”.
Hacer uso de su derecho a informar y a opinar lo llevó a ser secuestrado el 21 de junio del 2021. “Pasé 597 días en la cárcel, asumí mi encarcelada con dignidad, nunca me arrepentí ni me arrepiento de lo que hice, porque hice lo correcto”, insiste Mendoza.
Mendoza fue desterrado de Nicaragua y despojado de su nacionalidad. Él sabe que no será fácil lo que viene, pero pondrá todo su empeño en salir a flote en las redes sociales.
“Ya no puedo trabajar en ningún medio de comunicación convencional en Nicaragua, sino que va a ser a través de las redes sociales, de mis cuentas y colaborando con algunos medios digitales que están en el exilio. Como cronista deportivo voy a seguir publicando noticias, a seguir haciendo comentarios, reportear, ir a los eventos, darles cobertura y suministrarles a mis seguidores noticias de primera mano”, declaró.
“Espero que la gente me siga y espero que se multipliquen, lo único que le pido a la gente es que me sigan más, vean mis reportes y de esta manera me voy a sentir pagado por la gente por la que he hablado y por la que creo que hice un pequeño sacrificio”, concluyó.