CIDH condena ataque de colonos a la comunidad de Wilu, en el territorio mayagna Sauni As, en la Costa Caribe Norte
La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), condenó el ataque de colonos a la comunidad Wilu, en el territorio Mayagna Sauni As, en el municipio de Bonanza, en la Costa Caribe Norte de Nicaragua, en donde murieron cinco personas, entre mujeres, niños y hombres.
El ataque también dejó como resultado a varios comunitarios indígenas heridos y varias viviendas quemadas, producto del brutal ataque, informaron comunitarios a medios locales.
De acuerdo con el diario La Prensa, solo la Iglesia, una casa pastoral y una escuelita comunitaria no fueron incineradas, lo que provocó que los pobladores huyeran del lugar.
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El organismo internacional demandó que el Estado de Nicaragua “debe investigar y sancionar a los responsables”; asimismo, le llamó a “adoptar medidas urgentes de atención y reparación, en consulta con la comunidad Wilu, y conforme las medidas cautelares otorgadas por la CIDH”, escribió la Organización en su cuenta de Twitter.
Policía sin pronunciarse
Hasta el momento, la Policía no se ha pronunciado sobre este hecho que mantiene consternados a los caribeños.
En tanto, el Gobierno Territorial Autónomo Mayangna Sauni As, por medio de un comunicado informó que había realizado “las coordinaciones pertinentes” con la Policía para la intervención, investigación y esclarecimiento del hecho, pero la Institución ha evitado pronunciarse sobre el crimen.
“De acuerdo con el reporte de un líder comunitario, las autoridades policiales mostraron escepticismo sobre si verdaderamente hubo personas fallecidas en el ataque, por las “experiencias de los hechos anteriores, cuando decían (denunciaban) eso (asesinatos) y era otra cosa”. Además, los agentes cuestionaron por qué este tipo de situación lo manejaban primeramente “otras instancias” y no ellos”, escribió La Prensa en su sitio web.
El medio señaló que uno de los sobrevivientes de la masacre expresó a los comunitarios que los atacantes llegaron al lugar y sin mediar palabras empezaron a disparar en contra la población.
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Los colonos presuntamente degollaron a un poblador que al momento del ataque estaba durmiendo en una hamaca. “El grupo delincuencial estaba “bien equipado” con armas de guerra”, recoge La Prensa en el relato del sobreviviente.