Miles ignoraron las prohibiciones del régimen y se congregaron en honor al padre Odorico en San Rafael del Norte

Miles de fieles católicos provenientes de toda Nicaragua, se convocaron en la misa campal en honor a Fray Odorico D'Andrea, a pesar de las prohibiciones del régimen de Ortega y Rosario Murillo, que también pretendió eliminar dicha actividad conmemorativa.  

Las imágenes son impresionantes. Los seguidores de la iglesia católica y del franciscano DAndrea colmaron el Santuario Tepeyac y el Templo Parroquial San Rafael Arcángel en San Rafael del Norte pese a la prohibición de la Misa Campal. Las actividades se desarrollaron en los terrenos del Santuario y la parroquia.

El pasado 22 de marzo se cumplieron 33 años del fallecimiento del fraile, que ya es considerado por muchos un Santo pero que la iglesia católica sólo elevó a “siervo de Dios” y que está en proceso de beatificación, pues quienes lo conocieron le adjudican milagros como sanación de enfermos, clarividencia, entre otros. 

Cada año miles de fieles llegan desde diversos departamentos pero también de otros países de centroamérica y se concentran en los  sitios emblemáticos que erigió el fraile reconocido por su humildad y solidaridad con el pueblo de San Rafael del Norte. 

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El cinco de marzo se cumplieron 107 años del natalicio del religioso y el 22 se conmemoró un año más de su muerte. D'Andrea, fue un fraile franciscano de origen italiano que realizó su labor pastoral en Jinotega y no es olvidado. 

Al padre Odorico D'Andrea se le abrió una causa de beatificación en Italia, en el año 2002 y el año pasado finalizó el proceso diocesano informativo que fue enviado a Roma, para que la iglesia delibere en base a la vida y méritos de santidad del sacerdote. 

“Cómo no íbamos a venir a buscar su bendición este año. Ya con la pandemia nos tocó quedarnos en casa, este año estamos aquí con toda mi familia” comentó una joven misionera que prefirió no decir su nombre y que llegó con su esposo e hijo desde León. 

Al padre Odórico, le recuerdan por la construcción de caminos, capillas, carreteras y hasta impulsa proyectos de electrificación). En la memoria de quienes lo conocieron destaca su labor pacificadora en 1980 cuando logró que dos pelotones armados participaran en una eucaristía en la comunidad La Naranja.