Monseñor Rolando Álvarez cumple 12 años de obispado, en las mazmorras de Daniel Ortega

Postrado en el piso, con una casulla color perla, así se mostró ante el altar del señor, el 2 de abril de 2011, monseñor Rolando Álvarez, para ser ungido como obispo de Matagalpa, por el cardenal Leopoldo Brenes. Doce años después, vive su ministerio encerrado en una cárcel, acusado por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, por levantar su voz profética.

Todo el clero estaba reunido en ese gran acontecimiento que es motivo de fiesta para la iglesia católica, pues nacía un nuevo pastor para el pueblo.

“Señor, nuestra oración, para que al derramar sobre este siervo tuyo la plenitud de la gracia sacerdotal, descienda sobre él la fuerza de tu bendición”, dijo el cardenal Brenes en esa ocasión y 12 años después monseñor Álvarez ha demostrado, resistiendo el encarcelamiento impuesto por Daniel Ortega, que está lleno de la fuerza de esa bendición.

Ese día, monseñor recibió los símbolos, como el evangelio, para anunciar la buena nueva de Dios, el anillo que demuestra su compromiso o alianza con la iglesia, y el báculo que representa su misión como pastor.

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“Monseñor Rolando, recibe este báculo signo de pastor y cuida de toda tu grei, porque el Espíritu Santo que te ha constituido obispo para que apacientes la iglesia de Dios”, refirió monseñor Jorge Solórzano al entregarle el báculo.

Y es por la fidelidad y el cuidado a esa grei que se le encomendó, que monseñor Rolando Álvarez ahora está en la cárcel, pues creó en al Diócesis de Matagalpa una oficina de Derechos Humanos, para recopilar todas las arbitrariedades del régimen Ortega Murillo contra los habitantes de esa zona, según dio a conocer el padre Uriel Vallejo.

Oficina de derechos humanos, su delito

En una entrevista con Despacho 505, Vallejo, quien fue acusado por trabajar al lado de monseñor Álvarez y ahora vive en el exilio, señaló que los feligreses llegaban donde los sacerdotes de Matagalpa a exponer los atropellos del régimen Ortega Murillo, tras las protestas de abril de 2018, el obispo de esa diócesis, monseñor Rolando Álvarez, decidió abrir una oficina de derechos humanos para atender a estas personas y denunciar sus casos.

Vallejos relató que los fieles se quejaban de que a sus hijos se los habían encarcelado, asesinado o se tuvieron que ir a exilio, por lo que monseñor reunió a sus sacerdotes y les informó de que iba a abrir una oficina clandestina de derechos humanos.

«En aquella reunión preguntó quién quería, libremente, participar y advirtió de que quien lo hiciera podría acabar en la cárcel o exiliado», reveló el sacerdote, quien agrega que así ha sido, porque todos los voluntarios de esa oficina, incluido él, están hoy en prisión o fuera del país.

Alfombras con imagen de monseñor en Guatemala

Al ver el video en el que se recuerda la ordenación como obispo de monseñor Rolando Álvarez, el presbítero José Luis Díaz pidió que Jesús del Triunfo le conceda pronta liberación.

“Imágenes que nos recuerdan a nuestro padre y pastor Mons. Rolando José en medio de su pueblo. Hoy sufre el encierro injusto por ser verdadero profeta. Que el Buen Jesús del Triunfo, le conceda su pronta liberación. Hoy 12 años de estar entre nosotros como buen padre, pastor, amigo y hermano”. apuntó.

Asimismo, este Viernes de Dolores, la comunidad nicaragüense en Guatemala elaboró una alfombra con la imagen de monseñor Rolando Álvarez, sobre cuya cabeza se aprecia la representación del Espíritu Santo. Además, en el pecho del obispo está su crucifijo, que simboliza su compromiso con el evangelio de Jesucristo.

Debajo de la imagen de monseñor se aprecia la bandera de Nicaragua y un guardabarranco en pleno vuelo de libertad.