Pierde los frenos sacerdote que fue requerido por la policía hace algunas semanas en Madriz

Esta mañana, el sacerdote Juan Amílcar Lazo, del municipio indígena de San Lucas, en Madriz, escapó a la muerte cuando transitaba en la carretera que va de San Lucas a Las Sabanas y descubrió que su camioneta circulaba sin frenos.

Para fortuna, el accidente solo quedó en un susto y el padre Juan Amílcar se encuentra en perfectas condiciones, a diferencia de su hermano en la fe, el sacerdote Bayardo Zeledón Díaz, quien perdió la vida también en un accidente de tránsito la noche de este Lunes Santo.

El padre Juan Amílcar es párroco del templo San Lucas Evangelista, que está ubicado en Madriz. Aunque él nunca ha brindado ningún tipo de declaraciones a los medios de comunicación, su parroquia ha sido asediada y en septiembre de 2022 sus feligreses reportaron que lo había llamado la policía para que no tocara el caso de monseñor Rolando Álvarez en sus homilías.

Varios sacerdotes citados

El padre Juan Amílcar y sacerdotes de San José de Cusmapa, Las Sabanas, Totogalpa y Palacagüina, zonas del departamento de Madriz, y de los municipios de San Fernando, Mozonte, Ciudad Antigua, Jícaro, Murra, Quilalí, Wiwilí y Jalapa, del departamento de Nueva Segovia, fueron citados a la policía y también los visitaron los secretarios políticos de sus zonas.

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"Al padre Amílcar Lazo lo citaron recientemente a la delegación policial de aquí de San Lucas y hasta lo ha visitado el mismo Secretario Político del FSLN departamental, César Olivas Vásquez, y otros dirigentes sandinistas”, dijo en su momento a Voces en Libertad una devota que pidió anonimato por temor a represalias.

La misma mujer también denunció en esa ocasión, que también hubo citatorias a los líderes de las pastorales juveniles, “porque no les perdonan que hayan apoyado la carta pastoral que emitieron los sacerdotes en apoyo a lo que está viviendo monseñor Rolando Álvarez”.

La persecución y el asedio a los sacerdotes está en escalada, pues al parecer la nueva norma es prohibir que se mencione siquiera el nombre de monseñor Rolando Álvarez, según lo que sucedió con el sacerdote panameño al que dejaron descalzo en la frontera con Honduras y que fue expulsado por mencionar en las peticiones a su obispo que permanece encarcelado por el régimen Ortega Murillo.