Denuncian robo en Santuario Nuestro Señor de Esquipulas, en Jinotega

Este miércoles, el padre Asdrúbal Zeledón Ruiz, rector del Santuario Nuestro Señor de Esquipulas, Jinotega, dio a conocer que fueron víctimas de robo y que además el delincuente provocó daños en la infraestructura.

“El hombre es naturalmente bueno, es la sociedad que lo corrompe", con esta frase de Jacques Rousseau, el padre Asdrúbal inició el pequeño texto a través del cual informó, en la página de Facebook del santuario, la situación a la que se están enfrentando después del robo.

“En mi calidad de Rector del Santuario Nuestro Señor de Esquipulas, hago del conocimiento a la feligresía lo siguiente: el día de hoy el sacristán me notificó que una persona había ingresado a la sacristía, se puede constatar daños de estructura, forcejeo de ventana y cerradura”.

Asimismo, señaló que esa persona entró y robó dinero, un piano Yamaha, vino y una extensión eléctrica, y también dio gracias a Dios porque el ladrón solo llevó bienes materiales y no llegó a cometer profanación a la hostia consagrada.

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“Bendito sea Dios que este acto de vandalismo no pasó a ser sacrílego, el Santísimo no fue tocado, igual los vasos sagrados, candelabros, misal, leccionarios y ornamentos”, explicó el padre Zeledón Ruiz.

Sacerdote pide prudencia

Además, manifestó que dicho acto es de conocimiento de la Policía Nacional y con especial énfasis pidió “no tergiversar este acontecimiento”.

También dijo que ya están trabajando para cubrir los daños ocasionados por el hombre que forzó la ventana para ingresar al santuario.

Cabe recordar que hace menos de un mes, exactamente el 24 de mayo, los fieles de la capilla Nuestra Señora del Santo Rosario, ubicada en la comarca Campuzano, municipio de Nindirí, en Masaya fueron sorprendidos con el hecho de que sujetos desconocidos profanaron el Santísimo Sacramento del Altar.

Se presume que los sacrílegos ingresaron al templo y se dirigieron a la capilla del Santísimo y extrajeron el sagrario para dejarlo tirado en los alrededores, además, los malhechores sustrajeron las hostias consagradas que estaban dentro del sagrario.

Para los católicos, las hostias consagradas son consideradas “la presencia real del cuerpo y la sangre de Cristo”, el que es consagrado durante cada eucaristía que celebra el sacerdote.