Lesther Alemán y Max Jerez dicen que UCA es el último centro de pensamiento libre
Los desterrados políticos Lesther Alemán y Max Jerez conversaron con Lucía Pineda Ubau sobre el congelamiento de las cuentas bancarias de la Universidad Centroamericana, UCA, lo cual lamentan porque, aunque esperan que no suceda, el eventual cierre de la casa de estudio significaría que Nicaragua pierda el único centro de formación y de pensamiento libre que queda.
“Recibo con mucha tristeza la noticia, consterna el hecho de saber que mi universidad, mi casa, mi orgullo que es ser UCA, lo digo aquí y en cualquier otro lugar, ha sido una vez más víctima del zarpazo de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo en su incomodidad con el saber, porque considero al pensamiento le temen, a la conciencia y le temen a la verdad”, señaló Alemán.
Asimismo, considera que la UCA es uno de los pocos centros que te permitían como nicaragüense la libertad de expresión, “que permitía la conciencia y sobre todo el crecimiento como seres humanos y como profesionales, definitivamente la la medida arbitraria de cerrar sus cuentas, de saber que tuvo obstáculos para poder renovar la junta directiva dentro de la universidad, que ha sido víctima de la suspensión del 6% es todo un combo de venganza de esta dictadura en contra del centro de estudio”.
Además, Alemán dijo que estas acciones son parte del desquicio que tiene el régimen por “demostrar parte de su debilidad, porque el libro, la razón, la experiencia, el conocimiento y el aprendizaje en la juventud es el arma más poderosa”.
UCA no se ha adoctrinado
Por su lado, Max Jerez dijo que han sido sorprendidos con la noticia, aunque reconoce que en realidad, de parte de la dictadura ya nada causa sorpresa.
“Hemos visto que hoy se ha circulado la noticia de que han cancelado las cuentas bancarias a la Universidad Centroamericana, si esta medida es tal como se ha planteado, lo que busca la dictadura sandinista es asfixiar a la universidad, es hacerle la vida imposible para que no continúe con su labor de educación independiente”, dijo Jerez.
En ese orden, resalta que hay que recordar que la UCA ha sido una de las últimas o únicas universidades que todavía no ha sido confiscada ni robada por la dictadura en Nicaragua, es “una institución sólida que está respaldada también por la Compañía de Jesús, que es una institución religiosa bastante importante en Latinoamérica y en el mundo, no podemos obviar que el Papa Francisco es parte de la Compañía de Jesús”.
Jerez también considera que la molestia es porque se ha preservado del adoctrinamiento y del servilismo político al que quieran someter a todas las universidades que se han robado, con el fin de “inculcarles a los jóvenes todos estos valores que ellos consideran revolucionarios, pero de revolucionarios no tienen nada y son antivalores, ni siquiera son cosas positivas y yo creo que esto es lamentable creo que esto nos hace seguir viendo la naturaleza criminal y descarada del régimen de Ortega”.
Ante ese escenario, Jerez dice que no hay que quedarse de brazos cruzados, sino que hay que divulgar que la dictadura sigue tomando esta serie de medidas contra las instituciones independientes, que sigue cerrando los espacios cívicos, los espacios políticos, los espacios de cualquier naturaleza.
Proceso de asfixia a UCA
Lesther Alemán es ex alumno de la UCA y dijo que no quiere adelantarse al escenario dramático de un cierre de la institución, aunque reconoce que la dictadura ha clausurado al menos 50 universidades privadas, pero esperara la sabiduría y la suspicacia en medio de esta desolación de la rectoría como tal para tomar las mejores decisiones.
Además, resalta que la afectación es grave, pues “en primer plano está la educación de más de 2000 jóvenes que están siendo beneficiados con el pan del saber y en el segundo plano y es lo que alarma, son las familias que dependen exactamente de recibir un ingreso de parte de la UCA. Me refiero al cuerpo docente administrativo, el personal en general, ahí hay personas laborando que representan el pan diario de una familia”.
“La universidad ha tenido que pasar un proceso de asfixia, porque la dictadura, en un nivel de cobardía está obligando a esto, hay hacer eco de la noticia, es la violación sistemática al derecho a la educación, el derecho al desarrollo, al progreso, pero también a la persecución religiosa, porque esto es un claro mensaje contra la Compañía de Jesús, en contra de los jesuitas en general”, insistió Alemán.
“Ante medidas más radicales de la dictadura sobre la Universidad Centroamericana también está evidenciando ante el mundo que Nicaragua ha quedado sin un espacio mínimo para alcanzar el conocimiento. Ya penalizaste la participación política, ya penalizaste la labor sacerdotal, la libertad periodística y ahora estás penalizando el conocimiento.A nivel mundial esta tiene que ser una denuncia con alto tono”, señaló.
Cerrados al diálogo
Finalmente, Max Jerez dijo que la dictadura está encaprichada y no hay forma de hacerlos entender que los nicaragüenses “queremos una Nicaragua mejor y en este sentido se niegan a abrirle las puertas al diálogo, se niegan a abrir un espacio de negociación a cualquier oportunidad para que las cosas mejoren en el país”.
En cuanto al hecho de que el 4 de agosto el Papa Francisco dijo que estaban tratando de negociar con la dictadura, la respuesta de esta es una avanzada de de seguir endureciendo las circunstancias en el país y tener una puerta cerrada y “mientras esta puerta esté cerrada hay que seguir haciendo todos los esfuerzos posibles desde todos los ámbitos internacionales y desde la resistencia en Nicaragua, para que haya un cambio pronto. Se tiene que entender que el régimen no quiere en estos momentos abrir las puertas por las vías de la diplomacia, por la vía del diálogo, hay que aumentar los canales de presión y en este sentido creo que es importante continuar con las recomendaciones que ha hecho el grupo de expertos de la ONU, que ha planteado una serie de medidas sobre todo la más importante que es el aislamiento financiero para la dictadura”.