Niegan entrada a Nicaragua a sacerdote Tomás Zamora

El sacerdote Tomás Sergio Zamora Calderón, párroco de la iglesia Nuestro Señor de los Milagros, perteneciente a la Diócesis de León, no pudo ingresar a Nicaragua, por orden expresa del régimen Ortega Murillo, tal como ha sucedido con otros curas.

La noticia la dio a conocer la investigadora Martha Patricia Molina a través de su cuenta de X, quien aclaró que el padre Zamora Calderón participó en la Jornada Mundial de la Juventud 2023, en la cual el Papa Francisco se reunió con las pastorales de jóvenes de todo el mundo.

El sacerdote nicaragüense, perteneciente a la Diócesis pastoreada por el obispo Sócrates René Sándigo, supuesto aliado de la dictadura, viajó hasta Lisboa, en Portugal, para vivir este encuentro católico, sin imaginar que hoy, cuando debía regresar al país, se vería impedido de hacerlo.

Desde hace un año, cuando monseñor Rolando Álvarez fue secuestrado por la dictadura Ortega Murillo, la persecución contra los sacerdotes ha alcanzado ribetes insospechados, entre encarcelaciones, destierros y exilio forzado al negarles la entrada.

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Con esta negativa de acceso a Nicaragua, el padre Tomás Sergio Zamora Calderón forma parte de los casi ya 50 sacerdotes que están viviendo un exilio forzado por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.

Agresiones a la iglesia católica

Según la doctora e investigador Martha Patricia Molina, desde 2018 se han registrado 529 agresiones a la Iglesia católica, según deja ver en la tercera entrega del “Informe Nicaragua ¿Una Iglesia Perseguida?”.

Monseñor Silvio José Báez se encuentra entre los primeros exiliados, luego de sufrir agresiones físicas en Nicaragua, en la Basílica de San Sebastián, en Diriamba, cuando junto a la Conferencia Episcopal trató de mediar para que liberaran a un grupo de jóvenes retenido por paramilitares en el templo. Ahí monseñor Báez fue herido en su antebrazo.

Molina también ha recogido que desde abril 2018 hasta marzo 2023 se habían exiliado 16 religiosos, hubo tres expulsiones, ocho destierros, 10 prohibiciones de entrada y una negación de salida. Entre los afectados está un obispo, tres diáconos, dos seminaristas, dos laicos, el nuncio apostólico y 20 sacerdotes.