Colectivo de DDHH Nicaragua condena últimas detenciones de sacerdotes y feligreses
El Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más condenó este viernes las recientes "detenciones arbitrarias e inconstitucionales" de sacerdotes, feligreses de la Iglesia católica y de personas consideradas opositoras por parte de la Policía "y paramilitares, brazos represores del régimen" de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
"Denunciamos que estos actos carecen de total legalidad y violan el debido proceso, tanto de las normativas internas como del Código Procesal Penal y la Constitución Política, así como las garantías internacionales en materia de derechos humanos", señaló en una declaración ese organismo, integrado en su mayoría por activistas nicaragüenses exiliados en Costa RicaCosta Rica, donde tienen su sede.
En lo que va de octubre, la Policía Nacional ha arrestado a seis sacerdotes y a 13 en lo que va de año. También ha detenido a dos colaboradores de la diócesis de EstelíEstelí (norte) en la última semana. La mayoría de las detenciones han sido en horas de la noche y sin orden judicial, según el organismo.
Para ese Colectivo, "el régimen persigue la consolidación de un Estado totalitario y hace del terrorismo de Estado y la comisión de crímenes de lesa humanidad una política de Estado como respuesta a las demandas de un pueblo que continúa exigiendo libertad, verdad y justicia".
Por tanto, exigió "el cese inmediato de estas graves violaciones de derechos humanos, en particular la libertad religiosa y exigimos la libertad de todas las personas presas políticas en NicaraguaNicaragua".
Se une al llamado de la OEA
Esa ONG se unió al llamado de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y al de los países que desde la Organización de los Estados AmericanosOrganización de los Estados Americanos (OEA) condenaron las “acciones represivas” para atacar a la iglesia Católica y las universidades del país.
Las relaciones del Gobierno de Ortega y la Iglesia católica están marcadas por la expulsión y encarcelamiento de sacerdotes, la prohibición de actividades religiosas y la suspensión de sus relaciones diplomáticas.
El papa Francisco tildó de "dictadura grosera" al Gobierno sandinista en una entrevista con Infobae, señalando "un desequilibrio de la persona que dirige" ese país.