Gioconda Belli y Sergio Ramírez evocan la utopía en un mundo convulso
Los escritores Gioconda Belli y Sergio Ramírez, despojados de la nacionalidad nicaragüense por el régimen de Daniel Ortega y exiliados ahora en España, subrayaron este sábado la importancia de seguir creyendo en la utopía, especialmente en un mundo tan convulso como el actual, al recoger en Santo Domingo el Premio Internacional Pedro Henríquez Ureña.
En una sociedad convulsa "como la que vivimos", donde la literatura y otras expresiones artísticas como el cine "anuncian un futuro distópico", el ensayo sobre la utopía del intelectual dominicano Pedro Henríquez Ureña (1884-1946) "está muy cerca de mi corazón", dijo Belli en su discurso en la Biblioteca Nacional Pedro Henriquez Ureña en Santo Domingo.
"Como nicaragüense puedo decir que soy sobreviviente de una utopía fallida" porque la Revolución Sandinista de 1979Revolución Sandinista de 1979, que derrocó el régimen de Anastasio Somoza, "no era solo derrocar la tiranía si no crear una sociedad feliz, donde cesaran las desigualdades, la explotación del hombre por hombre y proliferara la cultura y la educación, la libertad y el humanismo", apuntó Belli, nacida en Managua en 1948.
Nicaragua, inmersa desde 2018 en una crisis social, política y económica, "se ha convertido en un territorio de miedo, en una casa de fantasma donde un mago y una bruja malignos usan la memoria del sandinismo, que derrocó una dictadura, para consagrase como dictadores", agregó.
Pese a todo, la autora de "Waslala", “La mujer habitada” y “Sofía de los presagios” afirmó: "Seguiré creyendo en las utopías, pero, por el momento, me conformo con la más real de todas: la de estar viva; la de recibir este premio”, según señaló en su discurso que concluyó recitando versos del poema “Sombras”, de Salomé Ureña, madre de Henríquez Ureña.
Su compatriota Sergio RamírezSergio Ramírez, galardonado en 2017 con el Premio Cervantes, también dedicó parte de su discurso a la utopía, en la que creyó Henríquez Ureña "como algo palpable", según señaló el autor de libros como "Un baile de máscaras" y "Margarita, está linda la mar".
Ramírez, de 81 años, destacó el hecho de compartir el premio con Belli, a quien le une, dijo, una amistad de medio siglo, "unida por la utopía de vencer, de crear una tierra nueva bajo un cielo nuevo. Utopía en la que creíamos y seguiremos creyendo".
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Los dos escritores recibieron sendos diplomas que los acredita como ganadores del Premio Internacional Pedro Henríquez Ureña y 25.000 dólares, en un acto encabezado por la vicepresidenta del país, Raquel Peña, y la ministra de Cultura, Milagros Germán.
El jurado tomó la decisión unánime de otorgar el premio a ambos por su destacada obra y trayectoria en el ámbito cultural.
De acuerdo con el jurado, Gioconda BelliGioconda Belli y Sergio Ramírez "han puesto en alto las letras latinoamericanas en todo el mundo y, a la par, se han convertido en una luminosa referencia de honestidad intelectual, firmeza en las causas humanísticas y valerosa postura frente a los abusos de poder".
El legado de ambos "es un caudal literario inspirador, en el que fulgura nuestra lengua y sobresalen dimensiones trascendentes de la historia, configuradas desde la experiencia vital y la pasión creadora”, agregó.
"En un mundo que a veces parece oscurecido por las sombras, la literatura sigue siendo una fuente de luz y esperanza, y hoy celebramos a dos figuras que han encendido esa luz, por generaciones, a través de sus palabras", dijo la ministra de Cultura tras entregar el galardón a Belli y Ramírez.
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La última vez que se entregó este premio fue al escritor peruano Mario Vargas Llosa en el año 2016 y, previamente, se concedió al escritor y humanista puertorriqueño Luis Rafael Sánchez (2013), al poeta nicaragüense Ernesto Cardenal y al periodista y escritor Eduardo Galeano (ambos en 2014).