Universidades jesuitas abren proceso de admisión a los alumnos de la UCA de Nicaragua
La Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA) de El Salvador y la Universidad Rafael Landivar (URL) de Guatemala, ambas jesuitas, abrieron este miércoles el proceso de solicitud de admisión para los alumnos de la expropiada y clausurada Universidad Centroamericana (UCA) de Nicaragua.
"Es un gusto avisarle que a partir de este momento queda abierto el proceso de solicitud de admisión, tanto en la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA) como en la Universidad Rafael Landívar (URL)", informó la comisión interinstitucional compuesta por representantes de esas alma mater a través en un correo dirigido a algunos estudiantes de la UCA de Nicaragua, al que tuvo acceso EFE.
La jesuita UCA de Managua, considerada uno de los últimos bastiones de libertad de pensamiento en Nicaragua Nicaragua, fue disuelta y expropiada el 17 de agosto pasado tras ser acusada por el Ministerio Público (Fiscalía) de ser un "centro de terrorismo".
El Gobierno que preside Daniel OrtegaDaniel Ortega en Nicaragua publicó un día después en el Diario Oficial La Gaceta un acuerdo del Ministerio de Gobernación en el que se aprueba la cancelación de la personalidad jurídica de la UCA, otorgada el 13 de agosto de 1960.
Más de 3.000 universitarios, de los más de 5.000 que tenía registrado la UCA de Nicaragua, es decir, un 60 %, han aplicado a las universidades jesuitas de El Salvador y de Guatemala para intentar continuar sus estudios en esos centros, según sus autoridades.
La semana pasada, la Compañía de Jesús, la orden católica romana a la que pertenece el papa Francisco, informó de que están realizando una campaña de recaudación de fondos para obtener becas para los estudiantes de la UCA de Nicaragua que quieran y puedan realizar sus estudios a partir del próximo año en la UCA de El Salvador o en la URL de Guatemala, aunque ese beneficio no será para todos.
Las autoridades nicaragüenses han clausurado al menos 33 universidades privadas en Nicaragua desde abril de 2018.
Las relaciones del Gobierno del presidente Ortega y la Iglesia católica viven momentos de gran tensión, marcados por la expulsión y encarcelamiento de sacerdotes, la prohibición de actividades religiosas, y la suspensión de sus relaciones diplomáticas.