Régimen ve amenazas en las oraciones de los creyentes en Nicaragua

La persecución y los ataques a la iglesia católica y ahora también evangélica, por parte de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, no se detendrá, por lo cual “somos llamados a resistir con la oración y en nuestros espacios de espiritualidad”, aconseja Haydee Castillo, líder de la oposición nicaragüense en el exilio.

“Esta situación, tristemente no se detendrá, porque el régimen ha ido en una etapa progresiva desmantelando todo lo que puede cuestionar su poder y en este sentido los dictadores ven una amenaza en la oración y la espiritualidad del pueblo”, relata Castillo.

El propio papa Francisco llamó a una jornada de oración por la paz en todo el mundo, conmemorando este 27 de octubre el Día de la Libertad Religiosa.

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 “En este espacio de diálogo entre nicaragüenses se llama al pueblo de Nicaragua a que el 27 de octubre todo el mundo tenga un espacio de recogimiento, sin importar su denominación religiosa, pues la Constitución nos dice que los nicaragüenses tenemos derecho a profesar o no una religión, a que nadie nos pueda reprimir ese derecho y en este momento el régimen tiene una política de aniquilamiento”, destaca Castillo.

Después de la expulsión del país de 12 sacerdotes al Vaticano por parte de Ortega la semana anterior, este martes 24 de octubre el Ministerio de Gobernación procedió a la cancelación de 17 organismos sin fines de lucro, en su mayoría religiosos, incluyendo la Compañía Orden de los Frailes Menores Franciscanos de la Provincia Seráfica de Asís en Nicaragua.

Monseñor Álvarez llamó a no tener miedo

Ese mismo día, el instituto San Francisco de Asís de la ciudad de Matagalpa, que administraban los frailes franciscanos, fue tomado por agentes de la policía al servicio de Daniel Ortega y un grupo de funcionarios del Ministerio de Educación, según denunciaron padres de familia en redes sociales.

“Pero el pueblo de Nicaragua le ha demostrado a la dictadura que ninguna estrategia le ha sido efectiva pues a cinco años el pueblo continúa resistiendo”, asegura Castillo.

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La recién galardonada con el premio por la paz agrega “yo recuerdo cuando monseñor Álvarez nos dijo: No tengamos miedo, unidos podemos vencer el miedo, y ese mensaje sigue estando tan real desde el primer día de su mensaje en aquel púlpito en Matagalpa, porque a los nicaragüenses no nos está quedando de otra que perder el miedo, estar unidos y protegernos unos y otros, a fortalecer el tejido que nos acuerpa y nos ayuda a resistir”.

“Llamamos a que el 27 de octubre todos pongan en su intención, en sus iglesias, en su espacio de reflexión espiritual la intención de pedir por la libertad de Nicaragua, la liberación de monseñor Rolando Álvarez y todos los pesos políticos”, demandó Castillo.