Rosario Murillo acusa a sacerdotes de ser “terroristas espirituales”, intenta justificar secuestros
Rosario Murillo continuó sus ataques contra la Iglesia católica este miércoles, acusando a los sacerdotes nicaragüenses de ser "malvados", "terroristas espirituales" y de hacer daño a un pueblo que "no les ha hecho daño".
“Siguen decretando infiernos para ellos mismos serán”, dijo Murillo. “Allá ellos con sus amarguras, con sus agruras, con sus malas voluntades. Allá ellos con su afán de destruir cuando nosotros aquí con amor y esperanza construimos el porvenir”, añadió.
Las acusaciones de Murillo son parte de una campaña de acoso y persecución de la iglesia católica una campaña de acoso y persecución de la iglesia católica que en los últimos días mantiene privados de su libertad a dos obispos, 13 sacerdotes y tres seminaristas.
“Estoy plenamente segura que Dios no dispone malvados, mucho menos para pretender dar clases de moral, cómo van a dar clases de moral aquellos que han pregonado el mal y que han bendecido crímenes de odio”, cuestionó.
Murillo también acusó a los sacerdotes de tener rostros de amargura sin razón y ejercer “terrorismo verbal, terrorismo espiritual y terrorismo cultural” de quienes supuestamente “no tienen patria ni amor ni sentido de humanidad en sus corazones”.
El régimen de Ortega ha tratado de controlar a la Iglesia, pero ha encontrado resistencia de parte de muchos sacerdotes y obispos. Los ataques de Murillo a la Iglesia católicaLos ataques de Murillo a la Iglesia católica son un signo de la creciente represión del régimen de Ortega. El régimen nicaragüense está tratando de silenciar a todas las voces críticas, incluidas las de la Iglesia católica.
“Cristo Jesús (somos cristianos) nunca dijo instrúyanse los unos a los otros, ódiense los unos a los otros, deséense el mal los unos a los otros, nunca. Por eso insistimos en no reconocer discursos de odios, discursos de infinita crueldad, viniendo de quienes se proclaman como personas de Dios”, expresó Murillo.
“Cuando llega la hora amarga, cuando recibimos los frutos de lo que sembramos no debemos extrañarnos porque el amor con amor se paga (…) la crueldad, la mala crueldad también se paga”, añadió. “Nosotros hacemos lo que está en nuestra posibilidad”.
Nicaragua atraviesa una crisis desde abril de 2018, que se ha acentuado tras las votaciones de noviembre de 2021, en las que Ortega se asignó la presidencia para un quinto mandato, cuarto consecutivo y segundo junto a su esposa, Rosario Murillo, como vicepresidenta, con sus principales contendientes en prisión.