Báez llora emocionado “todos libres”, reacciona ante liberación de sacerdotes
Al borde de las lágrimas el Obispo Silvio Báez confirmó a fieles católicos que asistieron a misa este domingo 14 de enero, que la dictadura de Ortega excarceló de Monseñor Álvarez.
“Los dos obispos, los 15 sacerdotes y 3 seminaristas todos libres. Lo cuento esto con profunda alegría y lo cuento para que le demos gracias al señor. Este es el poder de la Oración del pueblo de Dios. La dictadura sandinista criminal de Daniel Ortega, no ha podido contra el poder de Dios” dijo Báez.
El obispo comentó desde el púlpito de la Iglesia Santa Ágatha en Miami, que desde horas tempranas de este domingo tuvo noticias provenientes de Managua, Roma y Washington de la posible liberación y lo confirmaba al leer publicaciones en diferentes medios de comunicación.
“Los obispos, sacerdotes y seminaristas que estaban injustamente secuestrados porque eran inocentes, han aterrizado en el Aeropuerto Fiumicino de Roma y fueron acogidos por la Santa Sede”, detalló Monseñor quien continuó agradeciendo las gestiones que se hicieron desde El Vaticano.
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“Les invito a todos a que le demos gracias al Papa Francisco, su interés, cercanía y cariño por Nicaragua y por la eficacia de la diplomacia vaticana. Gracias al señor y gracias a la Santa Sede hoy celebramos esta gran alegría”, dijo con dificultad Báez, conteniendo el llanto.
“Ha sido una prueba del poder de Dios y de toda la presión internacional que se ha hecho en contra de esta dictadura irracional y criminal y sobre todo, la sabia y fina actuación de la diplomacia del Vaticano.
Entre los fieles que escuchaban a Báez se escuchó un sonoro aplauso, celebrando las buenas nuevas.
La noche del 13 de enero finalizó el presidio político de Monseñor Álvarez, Obispo de la Diócesis de Matagalpa y quien se ha convertido en una víctima internacionalmente reconocida tras ser condenado por el régimen a 26 años de cárcel.
Álvares se resistió a ser desterrado en dos ocasiones anteriores. Hasta el momento se desconoce qué lo obligó a aceptar el destierro.
El Obispo Isidro Mora, sacerdotes y seminaristas desterrados, fueron secuestrados en las dos últimas semanas de diciembre en una escalada represiva del régimen.