Padre Somarriba: Nadie puede erigirse como dueño y capataz de un pueblo, la iglesia de Cristo vence a los demonios
El sacerdote Marcos Somarriba reflexionó en su homilía dominical en torno a la transfiguración de Jesús y cómo el anuncio de la pasión escandalizó a sus discípulos, sumergiéndolos en una crisis que después superaron.
“Se puede aprender a superar las crisis, especialmente cuando son generadas por personas desalmadas, egoístas, maquiavélicas y mañosas, manipuladoras y abusadoras. Crisis provocadas por gente que revestidos de oveja siendo lobos, acechan y persiguen a las ovejas de Dios. Operan bajo actitudes bélicas, con un poder abusivo y destructivo y amparadas sobre dinero sucio y mal habido, que con ello construyen crisis y destrucción, caos que divide, extorsionan, persiguen, oprimen, exilian familias y pueblos enteros”, comentó el sacerdote.
Somarriba, quien es nicaragüense y párroco de la iglesia Santa Agatha en Miami, dijo que los pueblos deben aprender a reconocer a los Herodes modernos que manipulan con los discursos.
“El miedo a menudo se esconde detrás de varias máscaras de amor, por eso el acostumbrado y manipulado lenguaje con que se expresan, especialmente los Caifazes y Herodes modernos, se disfrazan con frases dulces que solo reflejan su propia amargura interna. Se llenan la boca de palabra con tono cristiano, espiritual y divino, cuando su propio corazón está vacío y viven sedientos de sangre inocente. El miedo acecha a los temerosos y vulnerables mientras se camufla cubriendo la malicia con la apariencia de seguridad de calidez y amabilidad e incluso desinterés… matan sin pistola, cubren bien sus huellas al menos por un tiempo ya que todo tiene caducidad y tarde o temprano se llega al final”, advirtió el religioso.
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El padre Marcos dice que los pueblos que sufren no deben perder la esperanza ni darse por vencidos.
“Creemos que es maldición cuando encontramos pueblos crucificados, condenados al exilio, condenados a muerte y no podemos sucumbir ante tanta desgracia…este pueblo va a resucitar también, va a salir de la cloaca donde se encuentran. Las personas no se pueden dar por vencidas, porque nuestros pueblos son hermosos y valientes, saben de luchas y de honor, saben de Dios, y Dios siempre tiene la última palabra”, dijo Somarriba.
El sacerdote añadió que la cruz no es un escándalo, sino la expresión del poder y de la sabiduría de Dios.
“Hace tres años sobre este mismo evangelio, monseñor Silvio Báez decía: Un pueblo crucificado resucitará y lo decía con fuerza y con fe. En los años 70, la cruz de la persecución formaba parte de la vida de los cristianos como lo vemos hoy en día, en nuestros pueblos todavía existen Nerones que han desencadenado la persecución y muerte. Nadie puede erigirse a sí mismo como dueño y capataz de un pueblo”, dijo el sacerdote.
“La Iglesia de Jesucristo no negocia con los poseídos y con los demonios, la Iglesia de Jesucristo expulsa, vence y hace desaparecer los demonios”, señaló el sacerdote.