Rosario Murillo dice que todavía hay “gangrenas en algunos corazones”

En una Semana Santa en que el régimen de Daniel Ortega a través de la Policía Nacional, prohibió a la Iglesia sacar a los santos a las calles desde 2023, la sancionada Rosario Murillo, quien usurpa la vicepresidencia de Nicaragua, dijo que todavía hay gangrenas en algunos corazones, los cuales supuestamente no saben lo que es el amor de Cristo Jesús.

“Queridas familias, estamos en la Semana Mayor y nos saludamos y nos abrazamos en plena celebración de estos días que son de unión de familia, que son de reflexión, también de meditación estos días en que celebramos la capacidad intensa,inmensa, infinita del amor de Cristo Jesús el amor que se entrega la pasión que se vive la resurrección que todos anhelamos”, expresó Murillo.

En su intervención, Murillo dijo que hay corazones gangrenados que no cuentan.

“Cuantas celebración de la vida en paz, la vida en concordia, la vida buena para los corazones buenos porque todavía como decíamos ayer, hay gangrenas en algunos corazones, corazones gangrenados que no cuentan, porque lo que cuenta es el amor, el amor de Cristo Jesús que todos los días vivimos”.

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La gangrena es la muerte de tejido corporal como consecuencia de la falta de irrigación sanguínea o a una infección bacteriana grave, según estudios médicos. 

Ayer en su alocución Murillo también emitió su acostumbrado mensaje de odio.

“Viviendo con amor desterrando el odio, desterrando a tantos malévolos, pocos ya, creo yo que, bueno habrá quienes no se aburran de ser perversos y de pronunciarse y activarse contra la paz, pero en general cuando vemos una comunidad humana afligida por el odio, dolida por el odio debemos entender que ese no es el camino”, dijo.

Las declaraciones de la vicepresidente son contradictorias, por un lado, habla del amor pero sigue vociferando odio contra las voces disidentes a quienes ha tildado de diferentes epítetos.

Además, este es el segundo año en que la Iglesia católica de Nicaragua da por iniciada las celebraciones de la Semana Santa sin procesiones en las calles, tras la prohibición del régimen de Ortega y Murillo.

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El régimen sandinista a través de la Policía Nacional, prohibió a la Iglesia sacar a los santos a las calles desde 2023, cuando no les autorizó a celebrar las procesiones del viacrucis durante la Cuaresma y de la Semana Santa, y la orden se mantiene.

La policía solo ha autorizado a realizar los viacrucis en el interior o en el atrio de las parroquias, pero no en las calles, de acuerdo con los obispos.

También Ortega ha tildado de “mafia” a sacerdotes, obispos, cardenales y al papa Francisco.