Nicaragua entrega a El Salvador a supuesto pandillero de la MS-13, el cuarto en dos meses
Las autoridades de Nicaragua entregaron este martes a El Salvador a otro supuesto miembro de la pandilla Mara Salvatrucha (MS-13), quien tenía orden de captura por los delitos de organizaciones terroristas y homicidio agravado en su país.
Con esta entrega, suman cuatro los presuntos miembros de la pandlla MS-13 que son arrestados y expulsados de Nicaragua en los últimos dos meses.
El supuesto pandillero de nacionalidad salvadoreña fue capturado en la vía pública en el municipio El Viejo, departamento (provincia) de Chinandega, noroeste de Nicaragua y cerca de la frontera con Honduras, por agentes que realizaban labores de vigilancia en la zona, de acuerdo con el parte policial nicaragüense divulgado en Managua.
"La Policía Nacional de Nicaragua, en coordinación con la Oficina Central de Interpol para América Central, con sede en San Salvador, entregó a las autoridades de la Policía Nacional Civil de la República de El Salvador al sujeto de nacionalidad salvadoreña", presunto miembro de la mara MS-13, indicó la fuente.
El 23 de mayo pasado, las autoridades de Nicaragua entregaron a El Salvador a un supuesto miembro de la pandilla MS-13, al que acusaron de posesión y tenencia de droga, violación a menor y tener orden de captura por los delitos de organizaciones terroristas, extorsión agravada, y proposición y conspiración de homicidio agravado.
El 15 de mayo pasado hicieron lo mismo con otro supuesto miembro de la pandilla MS-13, al que acusaron de tener antecedentes delictivos y estar buscado por homicidio tentado y homicidio agravado; y el 6 de abril pasado a otro que, según la prensa salvadoreña, tenía orden de captura por el delito de extorsión agravada.
Las autoridades nicaragüenses han sostenido que en el país no operan las "maras" o pandillas.
La Mara Salvatrucha es considerada una de las más violentas por su vinculación con el narcotráfico, las extorsiones y los asesinatos. Tiene presencia en El Salvador y otros países.
El presidente salvadoreño, Nayib Bukele, libra una guerra contra las pandillas, que llegaron a situar a El Salvador como el país más violento del mundo, en el marco de la cual han sido capturadas más de 78.000 personas bajo el amparo de un estado de excepción que se prolonga desde hace dos años y en medio de señalamientos de presuntas violaciones a los derechos humanos.