Aída Carrión : “Las puertas de la justicia internacional se están abriendo para mi hermana”
Aída Carrión y su familia celebran que “las puertas de la justicia internacional” se abrieron para su hermana, la nicaragüense Dina Carrión, quien hace 14 años, la justicia en su país declaró que murió por "suicidio", pero su familia ha insistido y probado que se trató de un femicidio.
Aída Carrión, será escuchada en una audiencia pública en la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) en Costa Rica, allí presentarán las pruebas recabadas estos últimos 14 años, un caso que aseguran fue manoseado por el tráfico de influencias. El caso es contra el estado de Nicaragua, que ha huido de esa instancia internacional.
“En la Policía del Distrito 5, el expediente de mi hermana, demoró 36 días en ser entregado y nos dijeron que Aminta Granera, (en ese entonces) la primera comisionada de la Policía lo había solicitado. Después nos dimos cuenta que Nubia Sarabia Lanzas, estaba casada con el hermano de Aminta Granera, el señor Ariel Granera. Nos empezamos a dar cuenta de los nexos con la familia de Juan Carlos Siles Sarabia, cuyo padre fue un oficial del Estado, ex secretario de la Asamblea Nacional, tenía nexos con el Partido Liberal Constitucionalista y de esa forma se nos cerraban todas las puertas en Nicaragua”, explicó Carrión en 100% Noticias.
La principal prueba de la familia Carrión es el cuerpo violentado de Dina “el cuerpo tenía escoriaciones en en la piel, en la cara. Su mano izquierda enrojecida, pedazos menos de dedos de su mano izquierda, escoriaciones en las piernas, estábamos frente a un cuerpo que hablaba, que Dina Alexandra había sido víctima de un asesinato y no de un suicidio, como en primera instancia, la Policía Nacional dictaminó”, dijo su hermana a 100% Noticias.
Aída Carrión agregó que el dictamen de Medicina Legal también tenía inconsistencias porque decía de que ya cuando lo entregaron, decía de que Dina tenía un impacto en la parte baja de la espalda y que posteriormente lo iban a describir, que había sido con un objeto romo, o sea como un palo pero no lo describió. No despejaron, habían demasiadas interrogantes del peritaje, el folio de la página 3, no concordaba con la cuatro”, detalló Aída Carrión.
Pese a que la familia Carrión impugnó el dictamen de suicidio, toda la cadena de justicia quedó paralizada para no responder.
“La Fiscalía después de dos años, de una batalla de marchas, plantones, acompañada por todos los organismos y movimientos, el Ministerio Público, tras las contrataciones de cuatro peritos, dos nacionales y dos internacionales, logramos exponer 27 inconsistencias, cada una con sus acápite, pero desafortunadamente se vuelven a evacuar otro año hasta poner la acusación, pero Juan Carlos Siles se ampara contra la acusación. Para él los tiempos funcionaban y le daban trámite, mientras la acusación quedó paralizada”, relató Aída.
Pero la lucha no ha sido en vano, finalmente la familia Carrión será escuchada en la Corte IDH, este 3 de julio en Costa Rica. Allí expondrán las inconsistencias en el caso de su hermana y como el Estado no ha respondido a lo que consideran un crimen de género.
“Mi familia y yo nos sentimos optimistas, agradecidos primeramente con Dios de estar, en este momento, a las puertas de la justicia Interamericana para mi hermana Dina Alexandra Carrión González. Es un bálsamo recibir esta justicia, estoy sumamente agradecida, positiva, con todos los medios de comunicación y con ustedes especialmente 100% Noticias, un medio vanguardia de esta lucha por 14 años, en búsqueda de justicia”, comentó Carrión.
También agradeció a colectivos de Derechos Humanos y el movimiento amplio de mujeres, que en su lucha contra la violencia les acompañaron desde el primer día.
“Ha sido un ejército de personas alrededor de nuestra lucha, que se han solidarizado en estos 14 años”, comentó.
Aída Carrión, considera que el caso no avanzó por las conexiones políticas del padre del supuesto femicida “el señor Carlos Siles fue ex funcionario del gobierno en el tiempo doña Violeta Barrios de Chamorro y también por todos los nexos políticos. Tenía influencias para proteger a su hijo Juan Carlos Siles Saravia. Imagínate que la primera vez que nosotros nos dirigimos a la Corte Suprema, mi hermana Vilma Valeria se entrevistó con la magistrada Yadira Centeno y ella fue categórica en decir que Carlos Siles (padre) no permitiría que su hijo fuera a la cárcel. Desde ahí entendimos a qué nos estábamos enfrentando y por qué cada puerta que tocábamos se nos cerraba”, reflexiona Carrión.
Aída Carrión compara el caso con una batalla, en la que devela como en el tribunal de justicia nicaragüense ha imperado el tráfico de influencias.
“Hemos dado una batalla apegada a la justicia y a derecho, siempre haciendo uso de todos los procesos jurídicos que nos permite la ley”, indicó Carrión, quien recordó cómo en múltiples ocasiones le preguntaban si algún alto funcionario de la Corte Suprema de Justicia les apoyaba.
Este caso es emblemático. Es el primer femicidio de una nicaragüense que llega hasta las instancias de la Corte IDH y sentará un precedente importante ante la impunidad en otros casos de femicidio.