CIDH denuncia brutal persecución religiosa en Nicaragua
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) denuncia la intensificación de la represión sistemática en Nicaragua. La cual está caracterizada por una brutal persecución religiosa y la detención arbitraria de al menos 141 personas.
En un comunicado oficial, la CIDH insta al régimen nicaragüense a cesar de inmediato estas acciones y a liberar incondicionalmente a todos los detenidos, entre ellos religiosos.
La Iglesia Católica y las comunidades evangélicas han sido blanco de ataques, con la prohibición de actividades religiosas, la expulsión de sacerdotes y la detención de líderes religiosos.
Entre el 1 y el 10 de agosto de 2024, el Mecanismo Especial de Seguimiento para Nicaragua (MESENI) de la CIDH documentó una escalada de la represión con el despliegue de operativos policiales en diversas propiedades eclesiásticas.
“Como resultado, doce sacerdotes y al menos otras dos colaboradoras de la iglesia fueron detenidas, la mayoría vinculadas con las Diócesis de Matagalpa o de Estelí”, denuncia.
“El 8 de agosto, siete de estos sacerdotes fueron expulsados del país y trasladados hacia el Estado Vaticano después de permanecer varios días detenidos en el Seminario Nuestra Señora de Fátima, en Managua”, agrega.
El calvario de los presos políticos
Las personas privadas de la libertad en Nicaragua enfrentan un calvario en las cárceles, soportando hacinamiento extremo, falta de atención médica, maltratos y condiciones sanitarias deplorables.
Según datos del Mecanismo para el Reconocimiento de Personas Presas Políticas, al menos 141 personas se encuentran detenidas arbitrariamente, muchas de ellas en grave riesgo debido a su salud.
Además, las personas privadas de la libertad enfrentan condiciones inhumanas en las cárceles, incluyendo hacinamiento, falta de atención médica y maltratos.
“La mayoría (está) en condiciones de insalubridad, denuncias de malos tratos, falta de acceso a agua potable, alimentación inadecuada y ausencia de atención médica”, denuncia.
“A su vez, el prolongamiento de la detención en estas condiciones deplorables sigue afectando severamente la salud física y mental de las personas detenidas, especialmente de las adultas mayores y con enfermedades preexistentes”, añade.
También, la CIDH ha registrado numerosos casos de desapariciones forzadas y denegación de acceso a la justicia. Tras explicar que siete personas detenidas se encuentran desaparecidas, y la falta de información oficial sobre su paradero agrava la situación de sus familias.
“Esta situación se agrava por un contexto de restricciones a las visitas familiares y a la recepción de paquetería, así como patrones de afectaciones al acceso a la justicia y a las garantías del debido proceso”, añade.
Por todo lo anterior, la CIDH concluye que estas acciones violan gravemente el derecho a la libertad de religión y de expresión, así como el derecho a la integridad personal, garantizados por la Convención Americana sobre Derechos Humanos.
“La CIDH urge al Estado a cesar de inmediato la represión generalizada y la persecución religiosa en el país. Asimismo, insta a garantizar la vida e integridad de las personas privadas arbitrariamente de la libertad y a ordenar su liberación inmediata”, finaliza.