Periodistas abogan por importancia de periodismo en contexto de censura en Centroamérica
Periodistas de América Latina que han sufrido amenazas o se han tenido que exiliar por el ejercicio de su profesión abordaron este martes en Madrid la importancia del periodismo en Centroamérica, en una región que actualmente vive en un contexto de censura y falta de libertad de expresión.
La periodista chilena Mónica González, el nicaragüense Carlos Chamorro, el salvadoreño Juan José Martínez y el cubano Abraham Jiménez Enoa debatieron y reflexionaron sobre el tema en un coloquio celebrado en la Casa de América de la capital española, en el marco del ciclo literario ‘Centroamérica cuenta’.
Todos ellos han tenido que enfrentar en sus países de origen diferentes situaciones que han hecho que ejercer la profesión signifique acabar en la cárcel, en el exilio o poner en riesgo su propia vida o la de sus familias. Según un estudio de la Universidad de Costa Rica y la Fundación Heinrich Böll, Centroamérica es una región en la que el 17 % de los periodistas ejerce su profesión en el exilio.
Uno de ellos es Chamorro, que desde Costa Rica dirige el diario digital nicaragüense Confidencial. Afirmó que su país sufre una “criminalización de la libertad de expresión” que ha causado una salida continua de periodistas en los últimos seis años.
Una experiencia similar vivió el cubano Jiménez, quien tuvo que exiliarse en la ciudad española de Barcelona cuando le negaron el pasaporte en su país por ejercer el periodismo y contar la realidad de Cuba.
En su intervención, Jiménez se refirió a la censura cubana y enfatizó que en Cuba el “aparato mediático es propaganda y no es periodismo”, además de que los periodistas allí “no son periodistas”, sino “funcionarios del partido único”.
“La dictadura de mi país tiene mayor aprobación que cualquier mandatario en el mundo”, manifestó en ese sentido Juan José Martínez, antropólogo y periodista que ha investigado a las pandillas salvadoreñas, quien opinó que la narrativa que se construye y se reproduce desde el aparato estatal de El Salvador es el relato que impera, y es allí donde debe estar el periodismo.
Los ponentes coincidieron en que el papel de los medios de comunicación para abordar la represión y la censura en países como Nicaragua, El Salvador o Cuba es “mantener viva la llama de la información”, y seguir contando lo que ocurre en esos países de forma continua.
“Cuba es noticia cuando hay apagones, muere Fidel o pasa un huracán”, lamentó Jiménez, y subrayó que no contar las peculiaridades de la cotidianeidad hace que la gente “no tenga ni idea” de las realidades de estos países.
En este sentido, la chilena González, quien se exilió en Francia durante los primeros años de la dictadura de Pinochet pero pudo regresar a su país años después, sostuvo que “el periodismo nunca ha sido más importante que hoy” y urgió a que vuelva a sus “orígenes” para “rescatar lo esencial”: salir a la calle, estar en contacto con la gente y con su realidad.