Padre: Somarriba "El infierno es el destino para los que matan, oprimen, persiguen y exilian"
En su homilía dominical, el padre Marcos Somarriba pronunció un fuerte mensaje basado en el Evangelio de Juan, donde denunció la corrupción y la indiferencia como un pecado y un escándalo, que afecta profundamente la vida de los ciudadanos.
Desde el púlpito de la Iglesia Católica Santa Ágatha, en Miami, el sacerdote señaló la existencia de personas que, sin pertenecer a los círculos de poder, trabajan por el bien común, pero que enfrentan la resistencia de aquellos que han adquirido riqueza y poder de forma ilícita.
"Muchos ven como una amenaza a quienes buscan hacer el bien, porque eso revela sus propias injusticias", advirtió Somarriba.
El padre Marcos hizo hincapié en la necesidad de reconocer el impacto que tienen las acciones corruptas en la sociedad, subrayando que "las acciones inmorales y la riqueza obtenida de manera ilícita no sólo afectan a quienes las cometen, sino que se convierten en escándalos que arruinan la moral y las esperanzas de una sociedad".
En su mensaje, condenó los actos de corrupción y explotación, afirmando que causan "tropiezos, dolores y muertes", especialmente a los más vulnerables que reclaman sus derechos.
Añadió que “aunque Dios no lo quiere para nadie, el infierno es el destino posible para los que oprimen, persiguen, encarcelan, matan o exilian, a los que no están de acuerdo con su pensar y su maquiavélico actuar, ya que cosecharán lo que han sembrado”.
Asimismo, Somarriba resaltó que "ser pobre, exiliado y sin patria es considerado un pecado", y criticó la indiferencia frente a la pobreza, el hambre y el exilio forzado.
"Es un escándalo", añadió el sacerdote, "cuánta gente tiene que irse de sus países por unos cuantos miserables que acumulan riquezas y se mantienen en el poder".
En un tono profético, el sacerdote hizo un llamado a la reflexión y a la acción, destacando que "quienes exilian, encarcelan y persiguen a otros, tocan directamente a Jesús, quien se identifica con las víctimas". Recordó que quien hace daño al más pequeño, se lo hace a Jesús mismo.
En un mensaje contundente, el padre Somarriba expresó que "toda persona que hace daño con propósito, alevosía y ventaja es porquería humana, desecho que se arroja al fuego que no se apagará nunca".
El religioso, también citó al apóstol Santiago, advirtiendo sobre el destino de los ricos que oprimen y explotan a los pobres.
“Santiago denuncia a aquellos que han violentado a sus trabajadores reteniendo el salario. El clamor y la sangre de la víctima, ha tocado el corazón de Dios…hay una justicia divina que se interpondrá a favor de sus hijos agraviados”, advirtió el sacerdote.
Según el Religioso, Dios critica duramente la acumulación de riqueza que resulta de la explotación y maltrato a los trabajadores, el tráfico de personas y el abuso desmedido del poder.
Según Somarriba, Santiago llama a la reflexión, sobre la responsabilidad social que tiene la riqueza, y cómo los que poseen recursos deben usarlos éticamente, promoviendo el bien común.
"Estamos llamados a ser agentes de cambio, promoviendo la justicia, la paz y la dignidad de todas las personas", afirmó, y animó a los fieles a no tolerar la injusticia ni la pasividad.
"Caminemos juntos con valentía por los caminos de la justicia, sabiendo que, aunque el camino puede ser difícil, Cristo nos acompaña", concluyó el sacerdote.