Reaparece monseñor Álvarez en el inicio del sínodo, fue delegado por el Papa
Monseñor Rolando Álvarez, obispo nicaragüense desterrado a Roma en febrero pasado, hizo su aparición en la inauguración de la Segunda Sesión del Sínodo Segunda Sesión del Sínodo de la Sinodalidad.
Este evento eclesiástico, que reúne a 368 delegados designados por el Papa Francisco, ha sido marcado por un emotivo encuentro entre Álvarez y su hermano en la fe, Monseñor Javier Román Arias, obispo de la Diócesis de Limón, Costa Rica.
Destacan riqueza espiritual de Monseñor Álvarez
Arias compartió en sus redes sociales la alegría de este momento, publicando fotografías y un mensaje de solidaridad donde destacó la riqueza espiritual que representa compartir la mesa de trabajo con su colega nicaragüense.
“Un momento de mucha alegría fue poder saludar y abrazar a mi hermano Monseñor Rolando Alvarez, obispo de Matagalpa, Nicaragua, quien actualmente reside en Roma. Con él compartiremos la misma mesa de trabajo, lo cual será sin duda una riqueza y un regalo de Dios”, escribió el obispo costarricense.
Este encuentro, capturado en fotografías y compartido por Arias en redes sociales, es un testimonio del espíritu sinodal que anima este evento eclesial.
“En nuestro corazón llevamos las reflexiones y oraciones de los días previos y en particular las peticiones de perdón leídas ayer durante el acto penitencial”, agregó
“Pedimos nuevamente perdón por los pecados contra la Paz y la creación, los pecados de abuso, aquellos contra las mujeres, cuando hemos usado el evangelio para herir, por el pecado contra los pobres y contra la Iglesia sinodal”, expresó Román Arias, quien junto a Álvarez ha pedido perdón por los pecados cometidos contra la Iglesia y la humanidad.
A mediados de septiembre, The Pillar informó el nombramiento de Álvarez por el Papa Francisco como delegado sinodal para esta sesión.
Álvarez es parte de 245 religiosos expulsados de Nicaragua
La designación de Álvarez como delegado sinodal, quien ha sido encarcelado, expulsado y perseguido por el régimen de Ortega, coincide con las acciones represivas del gobierno nicaragüense contra la Iglesia, como la disolución y expropiación de la Compañía de Jesús.
Un total de 245 religiosos han sido obligados al exilio o han sido expulsados de Nicaragua desde que estalló la crisis social y política en abril de 2018, según el estudio 'Nicaragua: ¿Una Iglesia perseguida?', de la investigadora exiliada Martha Patricia Molina.
Nicaragua atraviesa una crisis desde abril de 2018 que se ha acentuado tras las elecciones de noviembre de 2021, en las que Ortega se reelegió para un quinto mandato, cuarto consecutivo y segundo junto a su esposa, Rosario Murillo, como vicepresidenta, con sus principales contendientes en prisión.