Nicaragua retrocede en la lucha contra los femicidios: 89 casos en 2024

Durante 2024, Nicaragua registró 89 femicidios, según el Observatorio de Católicas por el Derecho a Decidir, evidenciando un preocupante retroceso en la lucha contra la violencia de género. Este aumento, comparado con los 74 casos de 2023, se produce a pesar de medidas como las condenas de cadena perpetua para femicidas y la reapertura de las Comisarías de la Mujer.

El análisis mensual de los casos muestra una alarmante continuidad de la violencia: 4 asesinatos en enero, febrero, junio y julio; 13 en marzo; 8 en abril; 14 en mayo; 5 en agosto; 6 en septiembre; y 7 tanto en octubre como en noviembre. Estos datos sumaban 76 víctimas antes de los casos ocurridos en diciembre.

Femicidio en Managua

El femicidio de Jazmina Maricela Acevedo Vega, de 30 años, perpetrado en las últimas horas del año, ilustra la magnitud de la tragedia. Jazmina fue apuñalada por su esposo, Germán Rafael Muñoz Pavón, tras una discusión en su hogar en el barrio Mirna Ugarte de Managua. A pesar de los esfuerzos de los vecinos por auxiliarla y trasladarla al Hospital Roberto Huembes, Jazmina no sobrevivió. El agresor fue capturado tras intentar esconderse en una casa vecina.

Este caso subraya las carencias en las políticas de prevención y protección. Aunque las autoridades actúan de manera reactiva, la persistencia de los altos índices de femicidio refleja la ineficacia de las medidas vigentes.

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A lo largo de 2024, el régimen sandinista continuó con la reapertura de Comisarías de la Mujer y promovió la cartilla ‘Mujer, Derechos, Leyes y Mecanismos de denuncia para la Prevención del Feminicidio’. Sin embargo, organizaciones feministas critican que estas acciones han sido insuficientes frente al aumento de la violencia y los obstáculos para garantizar la protección efectiva de las mujeres.

El Observatorio Voces destaca que los 89 femicidios de 2024 igualan las cifras de 2010, año previo a la promulgación de la Ley 779, diseñada para combatir la violencia de género. Este retroceso señala fallas estructurales en la implementación de la normativa y en el fortalecimiento de las instituciones encargadas de su aplicación. Muchas de las Comisarías reabiertas carecen de recursos y personal capacitado, limitando su capacidad de respuesta.

Además, las condenas ejemplares, como la cadena perpetua, no han logrado disuadir estos crímenes, lo que evidencia la necesidad de un enfoque integral que aborde las raíces culturales y sociales de la violencia de género.

En este contexto, la vicepresidenta sancionada Rosario Murillo, en noviembre pasado, destacó el desafío pendiente de transformar una cultura milenaria que perpetúa la violencia hacia las mujeres. "Es un desafío pendiente que enfrentamos en el mundo, y en Nicaragua seguiremos batallando contra el irrespeto hacia las mujeres”, concluyó Murillo.

Este retroceso en los avances alcanzados subraya una dolorosa realidad: cada estancamiento o debilitamiento en la lucha contra la violencia de género se traduce en vidas perdidas y en una sociedad cada vez más desprotegida.

Nicaragua, un país tradicionalmente dominado por los hombres, contabilizó 74 muertes violentas de mujeres en 2023 (22 ocurridas en el extranjero), 68 en 2022 (11 en el exterior), 72 en 2021 y cifras similares en 2020, según datos de organizaciones feministas. Este patrón sostenido de violencia demuestra que, lejos de mejorar, el problema sigue profundamente arraigado en la sociedad nicaragüense.