Ortega guarda silencio sobre elecciones anticipadas
El Gobierno de Daniel Ortega no se mostró partidario de adelantar las elecciones, una de las exigencias de la Alianza Cívica en el diálogo nacional que pretende poner fin a una ola de violencia que no cesa y a una crisis sociopolítica que se ha cobrado la vida de más de 200 personas.
Ayer seis ciudades fueron atacadas por las "fuerzas combinadas" del Gobierno: Diriamba, Managua, Masaya, Matagalpa, Nagarote y Tipitapa.
Las mesas de trabajo por el Diálogo Nacional de Nicaragua se instalaron ayer lunes con el objetivo de marcar la hoja de ruta a seguir en los ámbitos de seguridad, justicia y sistema electoral, pero también buscaba acercar posturas con el Gobierno, que optó por no ceder.
La representante de la Alianza Cívica Daysi George, quien encabeza la Mesa Electoral por parte de la organización, explicó que, ante la propuesta de adelantar elecciones, los miembros del Gobierno "no se mostraron receptivos a la propuesta ni al planteamiento de democratizar el país".
"Queremos reformas constitucionales, de la ley", señaló George, quien agregó, tras concluir la sesión de trabajo, que por parte del Ejecutivo "no hay apertura ni voluntad para este tema".
Por su parte, el obispo Silvio Báez señaló que la Iglesia sigue esperando una respuesta de Ortega sobre este tema, pues dijo que hasta el momento el mandatario guarda silencio sobre la posibilidad de adelantar las elecciones generales para marzo de 2019.
"Los obispos de Nicaragua estamos esperando que el presidente Ortega nos comunique 'oficial y formalmente su aceptación' de la propuesta que le hicimos", escribió Báez en sus redes sociales.
Tampoco hay avances en la Mesa Judicial, donde Víctor Cuadra, el representante de la Alianza, dijo que la segunda sesión de este grupo de trabajo "se suspendió" por motivos que desconocen.
Todo este contexto ha llevado a la Alianza Cívica a anunciar más protestas contra el presidente con la presencia de la CIDH y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), pues consideran que estos entes dan unas condiciones mínimas de seguridad.
"En las últimas semanas no habíamos convocado a ninguna manifestación social en las calles, porque teníamos que salvaguardar las vidas de los nicaragüenses, porque sabemos los altos índices de represión que ha habido en estos últimos días", dijo Lesther Alemán, miembro de la Alianza.
Otros representantes indicaron que esperan que Ortega no reprima las manifestaciones porque quedaría en evidencia como "genocida", ahora que en el país se encuentran integrantes de la CIDH y de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
Víctor Cuadras, el representante de la AC en la Mesa Judicial, señaló que "vamos a retomar las marchas, prometimos que cuando tuviésemos las garantías de seguridad mínimas, que es la presencia de estos organismos internacionales, íbamos a retomar el tema de las marchas".