Despiden a ginecóloga obstetra por solidarizarse con sus colegas
La doctora Melba Luvis Herrera denunció ante la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH) el despido ilegal por parte de las autoridades del centro de salud Augusto C Sandino, en Telica. Ella es especialista en Ginecología Obstétrica.
Herrera llevaba 30 años de trabajar para el Ministerio de Salud, pero el pasado 24 de agosto, recibió su carta de despido en la que exponía que prescindían de sus servicios por las “constantes llegadas tarde” al trabajo. Sn embargo, ella aclaró que fue despedida solo por ser una voz disidente al gobierno de Daniel Ortega, porque hasta la fecha de su suspensión, no había recibido ni una sola queja ni llamado de atención sobre su trabajo.
Los motivos reales, según Herrera, fue por solidarizarse con sus colegas despedidos del Hospital Escuela Oscar Danilo Rosales Argüello (Heodra).
También denunció que policías llegaron violentamente a una vivienda mientras sostenía una reunión con sus compañeros de trabajo, el pasado 19 de agosto. La excusa era que “buscaban armas”. En el momento, la policía los encañonó mientras “rebatían” la casa donde se encontraban.
La especialista expresó que su despido fue de forma violenta y totalmente ilegal, pues en plena consulta médica, la directora del centro de salud llegó a correrla. “Exijo mi reintegro”, exclamó Herrera, quien lamentó que las principales afectadas son las pacientes de escasos recursos que ya no cuentan con esa atención especializada.
Por su parte, Pablo Cuevas, de la CPDH, señaló que “esa es nuestra realidad” ser “vulnerado en los derechos laborales” y condenó el actuar de los sindicatos de trabajo, que están para defender esos derechos y no los intereses personales.
“Hay serios problemas del abastecimiento médico porque se están quedando sin médicos especialistas, eso es lo que está condenando el actuar gobierno a la población”, agregó Cuevas.
Persecución de años
Melba Herrera, quien también es diputada suplente y presidenta departamental del PLC en León, confesó que la persecución de simpatizantes sandinistas la vive hace diez años, luego de denunciar el robo de las elecciones municipales de la Alcaldía.