“Cuando un gobierno no es honesto, trata de ensuciar a sus oponentes”, dice papa Francisco
El papa Francisco durante una misa celebrada esta mañana en la casa Santa Marta, habló sobre el pecado de murmurar y como los “gobiernos dictatoriales” utilizan el murmuro, para “menospreciar a todos aquellos que para el gobierno son un peligro”.
Estas palabras recaen perfectamente a lo que el gobierno de Daniel Ortega se ha empeñado en realizar contra los obispos nicaragüenses, quienes jugaron el papel de mediadores en el diálogo nacional, para buscarle una salida a la crisis que inició desde el pasado mes de abril y ha dejado 528 muertos.
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En su prédica el papa Francisco manifestó que “cuando un gobierno no es honesto, trata de ensuciar a sus oponentes con murmuraciones: ya sea difamación, calumnia, siempre se está buscando algo”, dijo el papa, agregando que esa actitud es “una escapatoria para no mirar la realidad, para no permitir que la gente piense”.
Asimismo, el papa Francisco hizo la pregunta, ¿Qué hace un gobierno dictatorial? A lo que respondió que estos tipos de gobiernos, “primero toma en mano los medios de comunicación con una ley y a partir de ahí, comienza a murmurar, a menospreciar a todos aquellos que para el gobierno son un peligro”.
Este pensamiento fue compartido por el obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio Báez, a quien Ortega se ha empeñado de difamar mediante sus canales oficialistas, los cuales divulgaron una serie de audios manipuladosdivulgaron una serie de audios manipulados que fueron facilitados por la comunidad cristiana San Pablo Apóstol, que contienen mensajes contra el gobierno sandinista y Daniel Ortega.
Además, el gobierno de Ortega a través de la comunidad cristiana se empeñó en recoger firmas solicitando al papa Franciscorecoger firmas solicitando al papa Francisco el traslado del obispo Silvio Báez, por ser presuntamente "el principal promotor del golpismo en Nicaragua".
En julio pasado miembros de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, entre ellos Báez, fueron agredidos físicamente fueron agredidos físicamente por grupos sandinistas, así como varias iglesias fueron profanadas.