¿Nicaragua vive un ‘Déjà vu’ con Costa Rica?
El 10 de diciembre de 1978 el presidente de Costa Rica es ese momento Rodrigo Carazo Odio, buscó apoyo contra el dictador Anastasio Somoza. Ahora, nuevamente el gobierno costarricense a cargo de Carlos Alvarado pidió a apoyo la comunidad internacional frente a la crisis de Nicaragua, pareciera que nuestro país esté pasando por un ‘Déjà vu’, que la historia se repite, pero Avil Ramírez, ex ministro de defensa y quien colecciona recortes de periódicos desde hace décadas, explicó cuál es la diferencia entre estas situaciones.
“Hay una gran diferencia entre lo que ocurría en noviembre de 1978 y lo que ocurre en la actualidad. El presidente Rodrigo Carazo Odio y su canciller Rafael Ángel Calderón eran claros en su apoyo a la lucha del pueblo nicaragüense contra el gobierno de Somoza, pero era una lucha armada, una lucha que tenía todo el apoyo de Panamá, Venezuela, Cuba y la misma Costa Rica que servía de santuario para la guerrilla sandinista que incursionaba en territorio costarricense. En esta ocasión, no hay guerra, no hay un pueblo insurreccionado, más que una protesta civil que ha sido combatida como que fuera una guerra”, aclaró Ramírez.
“Costa Rica pedía un apoyo para que el gobierno de Somoza fuera derrocado, en esta ocasión lo que el presidente Alvarado ha solicitado es diálogo, soluciones pacíficas, entendimiento, arreglos políticos, hay una gran diferencia”, agregó.
Ortega utiliza diplomacia chapucera
Ramírez, cree que, tras las declaraciones de Alvarado, (quien reclamó a la comunidad internacional “hacer uso de la diplomacia, el multilateralismo y la cooperación frente a los graves problemas” de Nicaragua), el gobierno de Daniel Ortega reaccionó con una “diplomacia chapucera”.
“La reacción del gobierno de Nicaragua ha sido utilizar una diplomacia chapucera diría yo, atacando de una forma poco convencional en la diplomacia mundial a un gobierno que lo que quiere es ayudar a una solución pacífica, que es víctima de la situación de emergencia con recibir 40 mil ciudadanos que han huido del país por la situación política que está padeciendo Nicaragua”, comentó.
Y es que Ortega a través de la cancillería sandinista emitió un comunicado en el que llamó a Carlos Alvarado “mal educado, entrometido, despreciativo, racista, relegante y fisgón”, quien “llegó a la mesa de ese importante evento (Cumbre Iberoamericana) con disonancias atrevidas, ridículos aires de grandeza, posiciones pretenciosas y voces de superioridad pro imperialista, incompatibles con el respeto al derecho ajeno, que es la paz”, reza el documento.
“Yo pensé que la declaración de la cancillería era falsa, que era un fake news porque ese no es el lenguaje que se utiliza entre gobierno, la reacción fue de lo más ordinario, deja mucho que desear la diplomacia chapucera del gobierno actual y que no contribuye a la relación de nuestro país con Costa Rica”, dijo Ramírez.
Finalmente, el ex ministro de gobierno, indicó que Ortega “está dejando por fuera a la comunidad internacional que es la que al final tiene el reconocimiento mundial de lo que piensan de lo que ocurre en Nicaragua”, al no asistir a la Cumbre en Antigua Guatemala.
“El presidente Ortega está aislado, no solo nacionalmente sino también internacionalmente”, concluyó.