Casi todas las estadísticas del Banco Central están muy cuestionadas, asegura economista
El economista Néstor Avendaño, aseguró que casi todas las estadísticas del Banco Central de Nicaragua (BCN) están muy cuestionadas, al referirse al testimonio de Ligia Gómez, ex Gerente de Dirección de Investigaciones Económicas del BCN, quien señaló que en Nicaragua se estaba trabajando las estadísticas desactualizadas, con “una institución, desarticulada, descabezada, medio atendida, con un censo demasiado viejo, fuera de lo que podrá ser un marco muestral confiable”, en el caso del último informe de la medición de la pobreza en Nicaragua en el 2016.
Avendaño, indicó que para este informe no se hizo un censo nacional en el 2015. El último fue en el 2005, “los aspectos metodológicos son criticables, el mismo Banco Mundial que viene al país cada cinco años para realizar la encuesta de medición de vida no avaló los resultados de la encuesta de 2016 donde hablan de una reducción del índice de pobreza extrema de 6.8% en la población total, y del casi 25% de la población afectada por la pobreza en general”, explicó.
De las estadísticas que emite tardíamente el BCN, el economista indicó que los únicos que se excluyen de ser cuestionadas son “las monetarias, cambiarias y de reserva internacionales que ahora ya no se publican oportunamente”, refirió.
Avendaño destacó que la dirección del BCN “no ha sido muy académica, ahí se ha retrocedido, lo digo por experiencia”, el banco de ahora “deja mucho que desear comparado a la calidad de las estadísticas de hace 50 años”.
Agregó que la política económica que se aplica en este momento de crisis en Nicaragua está condena da a fracasar por la “incertidumbre y desconfianza de los agentes económicos”. Se gasta menos en consumo, y el inversor invierte menos en tiempos de crisis, a esto se le suma el “poder de mercado”, es decir cuando la gente decide no comprar un servicio o producto.
El experto destacó que se han ido más de mil millones de dólares por la actual crisis del país, y prevé que la pobreza extrema aumente a 8.4% a finales del 2019, inducido principalmente por el desempleo.