Anuncian marcha en Washington para conmemorar la insurrección de abril en Nicaragua
La comunidad nicaragüense en Estados Unidos anunció una marcha en la capital de ese país para conmemorar el segundo aniversario de la Rebelión de Abril en Nicaragua.
El evento, denominado La Marcha de los Mil, será el próximo 17 de abril, en la ciudad de Washington, con el objetivo de alzar la voz para demandar paz y democracia en el país, que afronta una crisis social, política y económica alarmante producto de la represión que ejerce la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Ronmell López, activista nicaragüense en Los Ángeles, California, anunció que la actividad será para pedir a la Organización de Estados Americanos (OEA) mayor presión a los Ortega-Murillo mediante la aplicación del artículo 21 de la Carta Democrática
“Pretendemos reunir a más de mil personas en la marcha, para ello estamos invitando a toda la comunidad nicaragüense que se encuentra en Estados Unidos. Son bienvenidos todos aquellos que quieran que se aplique la Carta Democrática que vengan”, dijo López.
El activista nicaragüense en Los Ángeles detalló que el evento se realizará frente a la sede de la OEA, y que mencionó que también marcharán para exigir la libertad de los al menos 61 ciudadanos que continúan como presos políticos, así como por los asesinatos y los exiliados
NI PERDÓN NI OLVIDO
“Ni elecciones, ni negociaciones! Ni perdón, ni olvido”, subrayó.
López participó recientemente en el homenaje póstumo realizado en Los Ángeles y al ídolo del baloncesto mundial Kobe Bryant, fallecido en un accidente aéreo, donde aprovechó para visibilizar la crisis sociopolítica que sufre el pueblo de Nicaragua
El próximo 18 de abril se conmemora el segundo aniversario de la Insurrección de Abril en demanda de justicia, libertad y democracia, a la que el dictador Daniel Ortega reaccionó con un brutal despliegue de sus fuerzas represoras que dejó como resultado más de 328 asesinatos, cientos de encarcelamientos políticos, miles de exiliados y la imposición de un estado policial de facto.
Pese a las consecuencias políticas, económicas y sociales que ha acarreado la política de irrespeto a los derechos humanos y a la institucionalidad democrática en Nicaragua, Ortega se resiste a negociar una salida a la crisis.