Nicaragua revive la polémica por una supuesta pintura “profética” con la cara de Daniel Ortega como el “diablo”
El cuadro está en la Iglesia de San Rafael del Norte. Opositores al régimen sandinista y sacerdotes creen que hay un mensaje celestial en la obra de 1967
Jesús está sentado sobre una piedra y con sus brazos abiertos insinúa un gesto de rechazo. El diablo, peludo, con cola, cuernos y alas de murciélago, le ofrece una piedra. La escena recrea los 40 días y noches que Jesús ayunó en el desierto, bajo el constante acoso del maligno. El Diablo lo reta a convertir la piedra en pan. Jesús no cae en la trampa. El cuadro fue bautizado por su autor, en su momento, como “La tentación de Jesús en el desierto” pero la gente le cambiaría el nombre 20 años mas tarde. Le llaman “La Profecía”.
La pintura al óleo se encuentra en una modesta iglesia de un pueblo al norte de Nicaragua, y sería uno más de los millones de cuadros que reproducen el ayuno de Jesús en el desierto de no ser por un hecho, al menos curioso: la cara del Diablo es igual a la de Daniel ortega, el presidente de Nicaragua desde hace 13 años.
También podría pensarse que se trata de una broma malintencionada del autor, tal como lo hizo Miguel Ángel Buonarroti con Biaggio da Cesena, el maestro de ceremonia del papa, con quien se llevaba de la patada y decidió ridiculizarlo usando su cara con cuerpo grotesco, orejas de burro y cola de serpiente en el infierno del Juicio Final que pintó en la Capilla Sixtina. Pero sucede que el cuadro de la modesta iglesia de San Rafael del Norte fue pintado en mayo de 1967, cuando Daniel Ortega tenía 21 años y era un perfecto desconocido.
De hecho, la pintura pasó totalmente desapercibida hasta 20 años después, a mediados de los años 80, cuando Daniel Ortega ya era presidente de la República, en su primer periodo, y uno de los nueve todopoderosos comandantes de la revolución sandinista. Alguien se percató del enorme parecido entre ambos. “¡Pero si el diablo es Daniel Ortega!”, gritó.
“Da la casualidad que curiosamente la cara de ese demonio es la misma de Daniel Ortega”, dice el padre Edwin Román, párroco de la Iglesia San Miguel Arcángel de Masaya, y quien recordó recientemente la vieja pintura en un tuit a propósito del tiempo de cuaresma que vive estos días la iglesia católica. “Hasta el mismo bigote que tenía hace unos años. De eso no hay duda. Si usted pone la foto de Daniel Ortega junto al cuadro, es igual. Eso no tiene discusión”.
Tan asombroso es el parecido entre la cara del diablo del cuadro y la de Ortega, que la gente lo rebautizó con el nombre de “La Profecía”, tal como se le conoce ahora.
Esta curiosa circunstancia, con todo el significado religioso o humorístico que se le pueda atribuir, ha sido usada por quienes adversan a Ortega. En la campaña electoral de 1996, el Partido Liberal Constitucionalista (PLC) que derrotó a Ortega, imprimió copias del cuadro en volantes para advertir a los votantes del “peligroso personaje”.
“¡La Profecía en Nicaragua! En la iglesia católica de San Rafael del Norte, departamento de Jinotega, Nicaragua, se encuentra esta pintura hecha por un pintor desconocido en el año 1967. Se puede notar el parecido con el candidato a la presidencia Daniel Ortega, por el Frente Sandinista. Si se cuentan los dedos de la mano, el resultado es de 9, que serían los nueve comandantes del Frente Sandinista de Liberación Nacional, que asaltaron el poder, en el año de 1979. ¿Será la profecía lo que está en Nicaragua, vista por ese pintor desconocido y pintada en 1967, o es una simple casualidad? Ampliamos en la foto a la derecha la figura de Satanás, para que se pueda apreciar mejor. Dios nos libre del FSLN”, citaba la propaganda.
El cuadro “La tentación de Jesús en el desierto” fue pintado por el poco conocido pintor austriaco Johann Fuchs Holl, quien llegó a Nicaragua en la década de los años 40, huyendo del reclutamiento militar ordenado por Hitler para alimentar con soldados al ejército alemán durante la Segunda Guerra Mundial. Murió en Nicaragua en agosto de 1986, ajeno a la polémica que suscitó su pintura.
Hansi Fuchs Torres, hijo del pintor, dijo a la revista Magazine, de La Prensa de Nicaragua, que el parecido de Ortega y el diablo del cuadro es solo una causalidad. “Aún hoy, la gente habla o tiene noción de su pintura en la iglesia de San Rafael del Norte, pero solo saben decir rumores, inventos, cosas que no son. Mi padre era un pintor religioso, jamás tuvo que ver con la política y mucho menos con personajes que en ese entonces no figuraban por ningún lado. Si el diablo de “La Tentación” tiene un aire a Daniel Ortega, no es más que una casualidad. Son los mismos sandinistas y liberales los que han armado relajo con ese cuadro”, dijo a Magazine en un reportaje publicado hace seis años.
El cuadro sería, según la versión del hijo, la reproducción de una postal religiosa que usó su padre y que él aún conserva.
“Ese cuadro es curioso”, dice el padre Román a Infobae. “A mí me llama mucho la atención. ¿Será profecía? ¿Será un clon o será él mismo? La profecía es algo que va a ocurrir. El profeta anuncia y denuncia. Anuncia el reino de Dios y denuncia las injusticias”.
No sería esta la única vez que personas encuentran similitud entre Ortega y una representación del diablo. En octubre de 2018, se hicieron virales las imágenes de una escultura ubicada en la Iglesia San Miguel Arcángel, del barrio Linda Vista, en Managua, a la que también se le atribuyó parecido con el dictador nicaragüense. La estatua, que muestra a un San Miguel de Arcángel, saeteando a un demonio a sus pies, no tiene fecha de elaboración.
Mientras Johann Fuchs Holl iniciaba la pintura en la iglesia de San Rafael del Norte, en mayo de 1967, Daniel Ortega estaba regresando a Nicaragua procedente de Cuba, donde había participado en un congreso de estudiantes de izquierda y recibido entrenamiento militar con vistas a integrarse a la guerrilla que combatía al dictador Anastasio Somoza. Tenía 21 años. Poco después participó en el asalto a un banco y en el asesinato de un sargento de la Guardia Nacional.
En noviembre de 1967, Daniel Ortega sería capturado y permaneció en la cárcel siete años, hasta que fue rescatado junto a otros prisioneros mediante un operativo guerrillero. Desde entonces pasó la mayor parte del tiempo fuera del país, como miembro del directorio sandinista y regresó a Nicaragua al triunfo de la revolución en julio de 1979. Hasta entonces su rostro comenzó a ser conocido. Fue presidente de Nicaragua (1984-1990) en un primer periodo y regresó al poder en 2007 para establecer una dictadura que lleva ya13 años en el poder.
El padre Román considera que Dios utilizó la mano del pintor con intención profética. “Cuando Dios habla utiliza sus instrumentos. No solo es la palabra, también es el arte. Esa mano del pintor fue profética. Dios está detrás de todo”, dice el sacerdote que ha sido perseguido por el régimen de Daniel Ortega por el apoyo que esta iglesia ha dado a los ciudadanos que protestan.
“Da mucho que pensar la similitud. Los demonios son espíritus del mal. Pero no puedo asegurar que Daniel Ortega es el demonio. Aunque sus actitudes son demoníacas. Aquí estamos en un gobierno que no es nada cristiano. Masacra, encarcela y mata. Esas son actitudes diabólicas”, dice.
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