El odio de Rosario Murillo contra las mujeres nicaragüenses

Rosario Murillo ni si quiera tuvo la decencia de defender a su propia hija cuando sufrió abuso sexual por parte de Daniel Ortega y prefirió vender el sufrimiento de su propia sangre a cambio de poder, menos que sea leal a cualquier militante sandinista y peor aún cuando es una militante mujer. 

Rosario es una mujer que odia a las mujeres, porque las mira a todas como amenaza o competencia contra su propia posición ya sea familiar, profesional o política, por eso toda su vida ha perseguido a las mujeres incluso aquellas que le han servido en algún punto como Aminta Granera, Alba Luz Ramos o algunas disidentes sandinistas que han sufrido sus embates, tan solo por no estar de acuerdo con sus virulentos métodos.  

Al fondo la persecución que Rosario desato en el contexto de Miss Universo contra la familia Celebertti (dueños de Miss Nicaragua) también se trata de eso, ni si quiera lo es tan solo porque la gente haya espontáneamente salido a celebrar el triunfo de Sheynnis Palacios, al fondo lo que a ella le molesta mas es que haya una mujer que brilla mas que ella y que es admirada mas que ella, eso es lo que no soporta Murillo, por eso estoy seguro que odia a la Miss Universo con toda su alma así como odia a todas las nicaragüenses empezando por su madre, que fue la primer causante de gran parte de sus traumas.

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Rosario Murillo sin duda es la mayor demagogo de Nicaragua, dice defender y promover los derechos de las mujeres, promete por medio de las constantes propagandas del FSLN que restituira los derechos de todas, pero durante toda su vida solo ha hecho lo contrario, ha encarcelado y perseguido a cientos de mujeres por cosas tan inofensivas como vender camisas Azul y Blanco (como es el caso de la presa política Anielka García), por practicar creencias religiosas (como es el caso de la presa política Olesia Muñoz) o por dirigir un certámen de belleza que ganó Miss Universo (como es el caso de la exiliada Karen Celebertti), recordando también a las innumerables sandinistas que han tenido que abandonar el partido por los constantes y enfermizos arrebatos de esta señora, cuando las cosas no se hacen como su capricho lo exige.  

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Hoy en día Rosario Murillo mantiene a 17 presas políticas en Nicaragua, incluidas dos activistas de la organización Mentes Libres (Hazel Martínez y Lorena Centeno), miles de exiliadas y decenas de expatriadas nicaragüenses, junto con miles de militantes feminas dentro del FSLN y trabajadoras del Estado que solo se mantienen adentro por miedo o necesidad, pero todas estas mujeres comparten una misma característica, todas son víctimas de la que irónicamente siendo mujer es la mayor enemiga de las mujeres nicaragüenses: Rosario Murillo, por consiguiente todas también al no estar de acuerdo con los arrebatos de esta criminal, son miembros de una misma Causa, La Causa que nos compete a todas y todos, por la liberación de Nicaragua del Régimen Familiar Ortega-MURILLO.