Infórmate con la verdad en todo momento y en cualquier lugar.

Acepta nuestras notificaciones y dale “suscribirme” al 100% de las NOTICIAS.

Mi última oración en prisión: Somos parte de un propósito mayor

Tengamos fe, les decía a mis amigos cada vez que tenía la oportunidad

Febrero 07, 2024 08:40 AM
alex hernandez
Mi última oración en prisión: Somos parte de un propósito mayor
Icono de Autor
Alex Hernández

Tengamos fe, les decía a mis amigos cada vez que tenía la oportunidad. 

Mi hermana también así me lo dijo la mañana del 7 de diciembre de 2022, durante la primera visita especial que organizó la dirección del chipote, para tratar de borrar de nuestras mentes los tres meses que acababan de pasar en los cuales no supimos nada de nuestras familias. “Está pasando de nuevo” me gritó mientras corría para abrazarme. 

Y recordamos ambos la navidad de 2018, donde en un evento surrealista en la cárcel modelo de Tipitapa, los represores se volvieron nuestros meseros, nos hablaban con modales y nos trataban como gente, había toldos, brinca brinca y música. 

Solo unos días antes, en una plática en el patio sol les contaba a mis amigos: Juan Sebastián, José Peraza y Lesther Alemán de ese episodio. Y les decia que cuando algo así ocurriera en El Chipote es que ya nos íbamos de viaje.

Recuerdo sus caras cuando regresaron de sus visitas especiales y compararon lo que habían visto versus lo que yo les había contado del 2018. 

Las visitas de los días “importantes” pasaron y adentro estaba todo igual, salvo que nos movieron de celdas y de módulo, de afuera no había noticias nuevas. 

LEER MÁS: Mi última noche como preso político: De la noche del 21 de Junio 2021 a la madrugada del 9 de Febrero 2023

El lunes de esa semana Arnulfo regresó de los juzgados con algo nuevo: le habían dicho que perdía los derechos civiles. El ocho, el día antes de ser liberados, Javier Álvarez volvía del juzgado a eso del medio día, sin noticias nuevas de parte de su abogado, y con la confirmación de lo que había mencionado antes Arnulfo, ahora aplicado a él, debatimos mucho rato sobre ese tema.

También nos dijo que cuando se estaba cambiando de ropa en las “chiquitas” le pareció ver gente “nueva” y que afuera había mucho movimiento.

Con la noticia de las nuevas sentencias, me retiré y un tanto preocupado perdí las ganas de seguir mi rutina de ejercicios y me fui a dormir al camarote. Desperté justo para la cena, Dora María Tellez me indicó que habían metido a uno nuevo a la celda de castigo. Le gritamos para saber quién era, pero no respondió. La medicina pasó sin más, y el aseo también, escuchábamos afuera sonido de motores, pero tenía varios meses que el chipote estaba en remodelación entonces no asociamos el ruido de los motores con buses.

Vimos pasar a los oficiales apurados a eso de las 9 pm con muchas bridas, bolsas de plástico, llegaron donde Dora a dejarle más colchonetas, le pidieron que hiciera espacio, sospechamos que llegaban más presos.

De pronto entraron los oficiales al pasillo cargando nuestras ropas de la anterior visita. Nos dijeron que nos cambiáramos rápido, eran como las 10:40 pm calculo. Al instante nos volvimos a ver todos, Max Jerez enfrente mío con Pedro, nos reíamos porque no habíamos podido vernos vestidos como gente.

Un oficial interrumpió el momento y nos entregó un sándwich, y una gaseosa pequeña. Todos nos volvíamos a ver. Era obvia la incertidumbre, solo recuerdo que me acerque a los barrotes y llamé a los demás para una oración:

A donde quiera que vayamos, solamente confiemos en Dios. Si nos volveremos a ver o no, solo podemos encomendarnos a Él, agradecerle y alabarle por este momento, donde quiera que nos lleven iremos con la seguridad y el honor de que hemos servido y somos parte de sus propositos para llevarlos a término. 

Oramos cada quien y terminé con la oración de San Ignacio de Loyola.

Y luego, Ustedes ya conocen el resto de la historia.

Apoya a 100% NOTICIAS para vencer la CENSURA. El Canal del Pueblo necesita de tu apoyo


Donar ahora