Enrique Martínez: Construyendo Identidades Políticas Sólidas para un Futuro Democrático en Nicaragua

Debemos tener presente que, en una sociedad democrática, el debate y la diversidad de ideas son esenciales. En Nicaragua, más allá de las divisiones, urge construir identidades políticas sólidas, capaces de articular narrativas que resuenen con las necesidades ciudadanas y ofrezcan soluciones concretas
Enrique Martínez/Avanza
Junio 11, 2024 08:28 AM
Enrique Martínez, Movimiento Político Avanza. • Foto: Cortesía

En el complejo escenario político nicaragüense, marcado por la represión, el adoctrinamiento, el exilio y el desmantelamiento del modelo de partidos políticos por parte del sandinismo y aquellos que traicionaron la democracia y la libertad, se han generado tensiones y polarización. La sociedad nicaragüense enfrenta el desafío de redefinir su participación ciudadana y fortalecer los cimientos de un sistema político pluralista.

Debemos tener presente que, en una sociedad democrática, el debate y la diversidad de ideas son esenciales. En Nicaragua, más allá de las divisiones, urge construir identidades políticas sólidas, capaces de articular narrativas que resuenen con las necesidades ciudadanas y ofrezcan soluciones concretas.

La construcción de estas identidades implica, en primer lugar, un proceso de acercamiento y reflexión individual dentro de cada tendencia ideológica afín, sobre los valores, principios e intereses que definen a los ciudadanos nicaragüenses que se identifican con sus visiones, filosofías y doctrinas. Es una tarea que trasciende las afiliaciones partidarias y busca puntos de encuentro en torno a objetivos comunes para el país, donde resalta el rescate de la democracia, el respeto a los derechos humanos, la justicia y el progreso económico. Esto ayudará a trabajar desde ya en la educación cívica y la promoción de una nueva cultura política basada en la tolerancia y el respeto de las posiciones contrarias, siempre que no perjudiquen las libertades y los derechos de los individuos.

Esto permitirá abandonar la utopía de la unidad forzada y establecer canales de diálogo y debate que aborden temas de interés común, evitando polarizaciones y priorizando el bienestar del pueblo nicaragüense. La libertad de expresión debe ser garantizada para que todas las voces, independientemente de su ideología, puedan ser escuchadas sin temor a represalias.

La juventud nicaragüense, con su energía y compromiso, se ha convertido en un actor clave en este proceso. Sin embargo, es crucial que también formen parte en la definición completa de sus identidades como actores políticos innovadores, capaces de definir sus propuestas y evaluar con qué tendencia política conectan y definen sus proyectos presentes y futuros, entendiendo que en la misma juventud hay un abanico de posiciones por discutir. Es importante promover una nueva forma de hacer política, basada en la transparencia, la rendición de cuentas, la participación activa y la coherencia al enfocar mensajes dirigidos que motiven la participación política por afinidades y propuestas.

Es crucial fomentar alternativas políticas auténticas, libres de influencias externas, que representen la diversidad de pensamiento en Nicaragua. Esto permitirá a los ciudadanos sentirse genuinamente representados y fortalecerá la legitimidad de los liderazgos políticos.

En un contexto internacional polarizado, la claridad de las identidades políticas facilita la identificación de aliados y la movilización de acciones efectivas contra el autoritarismo. Además, permite evaluar con mayor rigurosidad el compromiso con la justicia y la investigación de crímenes del pasado, independientemente de la ideología de los responsables.

La lucha por la libertad, democracia y justicia en Nicaragua debe ser constante y renovada. El sandinismo, con su historial de crímenes y represión, no puede ser blanqueado. Debe ser reconocido como una organización terrorista, y cualquier intento de perpetuar el autoritarismo, bajo cualquier bandera, debe ser desenmascarado.

Este llamado a la construcción de identidades políticas sólidas no busca favorecer a ningún bloque en particular, sino impulsar la creación de canales de comunicación productivos dentro de la oposición. Solo a través de la definición de afinidades políticas y la mejora de la comunicación interna se podrá presentar un frente unido y eficaz para lograr el cambio que Nicaragua necesita.

La oposición nicaragüense se encuentra en una encrucijada histórica. La construcción de identidades políticas sólida, basada en la libertad, la justicia y la pluralidad, es el camino hacia un futuro democrático y próspero para todos los nicaragüenses.

Enrique Martínez es Directivo del Movimiento Político AVANZA. 

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