Yoel Ibzan Sandino: La necesidad de una oposición política de derecha en Nicaragua

El surgimiento de la derecha nicaragüense no solo es una necesidad imperante, es una responsabilidad por parte de todos aquellos que no coincidimos con el sandinismo y marxismo cultural imponente en nuestra era
Yoel Ibzan Sandino
Julio 03, 2024 10:25 AM
Yoel Ibzan Sandino, excarcelado político del grupo de los 222. • Foto: Cortesía

En la naturaleza existen ciertos balances y correlaciones de fuerzas que también se hacen evidentes entre las sociedades humanas. Al ser estas parte de la naturaleza y la política parte fundamental de nuestras sociedades, no es la excepción a la regla. Por más ínfulas de superioridad moral o intelectual que los políticos puedan pregonar, ellos tampoco escapan de las inclinaciones más primitivas de nuestra especie y los designios de la naturaleza como tal.

La pugna por el poder político es uno de los vestigios más evidentes de nuestra relación con los instintos más primitivos de nuestra especie y la naturaleza. Los políticos han demostrado ser capaces de lo que sea con tal de alcanzar el poder y mantenerlo. Claro que algunos con mayor intensidad y menos escrúpulos que otros, pero al final todos los que estamos involucrados en la política pretendemos una sola cosa: obtener poder para ser capaces de influir en los cambios que, según nuestra percepción, consideramos necesarios para el "bienestar" de las sociedades humanas. Es aquí donde encontramos también una controversia fundamental en las ciencias políticas.

La pugna entre las fuerzas políticas de izquierda o derecha, que son opuestas fundamentalmente en casi cada uno de sus estamentos y propuestas, principalmente en los puntos en cuanto a: libertad económica, propiedad privada y libertad de expresión. Al ser polos opuestos filosóficamente, políticamente y en algunas ocasiones hasta moralmente, se hace necesaria la existencia de un bloque de derecha consolidado en la oposición nicaragüense que pueda contrarrestar en el campo ideológico al Frente Sandinista y sus células disidentes en Nicaragua. Esto sucede porque, a pesar de que algunas fuerzas disidentes del FSLN, como el MRS, han demostrado una oposición férrea y constante a lo que ellos llaman "Orteguismo en el poder", en el campo filosófico e ideológico son casi idénticos, a diferencia de las nuevas generaciones de políticos y activistas progresistas que, es justo aclarar, no han cometido los mismos crímenes de sus antepasados políticos.

Al ser entonces estas fuerzas políticas de izquierda, tanto dentro del FSLN como fuera de él, similares en muchos campos ideológicos, la controversia entre ellos se encuentra fundamentalmente en un solo tópico: "Quién debe estar en el poder". Esto se traduce en propuestas legislativas, reformas sociales y económicas en general similares a las que el FSLN ya ha estado ejecutando en Nicaragua desde 1979 y 2007. En resumen: en muchos aspectos políticos, económicos y sociales, Nicaragua solo cambiaría superficialmente de cara o colores si una fuerza de izquierda disidente sandinista reemplaza a la fuerza sandinista actualmente en el poder.

Por dicha razón, para garantizar un cambio integral en la sociedad nicaragüense en materia económica y social se hace necesaria la llegada de una fuerza genuina de derecha al poder, que además no le tiemble la mano al momento de ejecutar reformas legislativas que garanticen JUSTICIA y no más impunidad para los cuadros sandinistas que han escapado de las consecuencias de sus actos desde 1979 y que además pretenden seguirlo haciendo. Esta es una cuestión de sentido común y lógica también, porque tan solo preguntémonos: ¿Cómo vamos a esperar un verdadero cambio de gente que coincide con Daniel Ortega en:

1. Políticas económicas como la "redistribución de la riqueza".
2. Políticas públicas como el adoctrinamiento ideológico en los barrios y las escuelas, con la famosa ideología de género, por ejemplo.
3. Políticas exteriores como el apoyo a la "Causa Palestina y el bloque anti-occidental" en el mundo.
4. Una eterna romantización del mercenario Augusto César Sandino y la fallida Revolución Sandinista de 1979.

Y principalmente la coincidencia en la necesidad de mantener impunidad para aquellos que estuvieron involucrados en crímenes horrendos en la primera Dictadura Sandinista de los 80. Por lo tanto, el surgimiento de la derecha nicaragüense no solo es una necesidad imperante, es una responsabilidad por parte de todos aquellos que no coincidimos con el sandinismo y marxismo cultural imponente en nuestra era.

Yoel Ibzan Sandino, es excarcelado político y desterrado de Nicaragua a Estados Unidos en el grupo de los 222. 

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