Róger Reyes: ¿Esperanza Demócrata o condición para renunciar?

El Presidente de Estados Unidos Joe Biden comunicó, mediante una carta abierta en su cuenta oficial de X, su renuncia como candidato a la presidencia de Estados Unidos. 

Esta decisión se da después de tener fuertes presiones desde los niveles más altos de su Partido. Personas que antes apoyaban su candidatura, eran quienes le pedían que declinara para bien de su partido y de la nación. Quizás bajo un cálculo de tiempo el presidente Biden lo hace a pocas semanas de celebrarse la Convención Demócrata, en la que se abordará, como tema principal, la elección de la persona que lo sustituirá en la candidatura presidencial. Esta convención es importante para los demócratas para poder transmitirle al votante su fortaleza y firmeza consolidada en una sola masa partidaria.

El anuncio, a menos de dos semanas de la convención, permite reducir el tiempo para la preparación de posibles candidatos. El tema del recurso económico es importante para todo candidato y es ahí donde podemos encontrarnos en un juego de acuerdo político entre el presidente Biden y altos niveles del partido Demócrata.

El presidente Biden designa todo lo recaudado a Kamala y no a otro candidato Demócrata, el presidente Biden en toda su campaña nunca demostró su intención de renunciar a su aspiración de una segunda reelección, todo lo contrario, siempre mantenía su defensa inquebrantable ante los cuestionamientos de su capacidad para continuar dirigiendo la nación de Estados Unidos en un segundo mandato.

Esta defensa se mantuvo, aún, después de su cuestionada participación en el debate, en el que enfrentó a Donald Trump. El resultado del debate fue un Biden que dejó muchas dudas sobre su capacidad para continuar con un segundo mandato presidencial. Lo que nos lleva a la conclusión que no estaba en sus planes seguir luchando con la desconfianza de su propio partido. 

El respaldo hacia su Vicepresidenta demuestra su mayor confianza para dar una continuidad de su plan político en Kamala. Mira en ella una continuidad de su legado, siendo Harris, alguien que siempre estuvo a su lado en todos los momentos de su gobierno y quien lo defendía bajo todo ataque de sus rivales y aún en medio de su propio partido.

Si la candidatura de la Vicepresidenta Kamala es aceptada por los demócratas, podríamos preguntarnos si el partido tiene su confianza en ella como la ¨candidata ideal para vencer a Donald Trump¨ en las próximas elecciones presidenciales. Y no por una condición por parte del presidente Biden, cuando las encuestas ponen a Kamala a 3 puntos por debajo de Trump.

El análisis más reciente de las encuestas realizadas por el sitio web electoral FiveThirtyEight, publicado el 17 de julio, mostró que Kamala tenía un índice de aprobación con un 38,6 por ciento de los encuestados aprobando su desempeño y un 50,4 por ciento desaprobando su desempeño. 

Por otro lado podríamos creer que los demócratas están buscando llevar la proyección de una persona políticamente fresca, una persona que conozca la administración de la nación, alguien que logre captar el voto de quienes han confiado en el presidente Biden. Una persona conocida en todo el país y quien no ocupa mucho tiempo para darse a conocer ya que estarían contra el reloj para lanzar a un rostro nuevo. 

Además, es importante que alguien tenga los recursos económicos para dirigir su campaña y este paso fue avanzado a favor de Kamala con el traspaso de lo recaudado por Biden y lo recaudado por ella misma tras anunciar su interés con su candidatura como aspirante a la presidencia de Estados Unidos.
Así que, no se estarían arriesgando en iniciar desde cero y restar tiempo en la preparación de recaudaciones de fondos para la campaña.

La figura de Harris, se identifica con la necesidad que tiene Estados Unidos en tener a una persona sin riesgo de ausencia a la realidad por el desgaste físico y contrarrestar la edad de Donald Trump. Este es un punto importante.

Se destaca como relevante ser el puente de unificación entre los estadounidenses, volver a obtener el voto joven que logró Kamala en las elecciones del 2020, ya que ella tuvo una conexión espontánea con la juventud. Ellos lograron conectarse con su personalidad y depositaron su voto de confianza por ella. Este sector tiene mucho peso porque en el 2020 los electores jóvenes fueron responsables del 17 por ciento de todos los votos emitidos, según expertos de la Universidad Tufts. 

En estas elecciones del 2024 aumentará el voto joven, por quienes lo harán por primera vez. Hoy en día miramos más jóvenes participando en temas con dirección en la política, más interés en ser tomadores de decisiones como poder elegir a sus gobernantes. 

Al quedar Kamala Harris como la candidata oficial por la presidencia de los Estados Unidos por parte de los demócratas, tendrá que hacer una reingeniería política, volver a obtener el voto joven, captar el voto de los fieles de Biden, demostrar su capacidad y determinación para gobernar Estados Unidos. Un punto importante es tener el tacto para poder elegir su fórmula presidencial y es ahí que podrá contrarrestar todas sus críticas por su administración como Vicepresidenta.