José Pallais rechaza intención de Michael Healy de negociar con dictadores de Nicaragua
El analista político José Pallais considera que este no es el momento oportuno para intentar establecer una comunicación con el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo y si fuera el caso sería para negociar la salida del dictador, esto a propósito de las declaraciones del empresario Michael Healy, quien manifestó “hay que buscar cómo unificar a todo el sector empresarial formal e informal para buscar una estrategia y estar listos ante un llamado eventual de un acuerdo político y económico en este país”.
Según Pallais, en estos momentos Daniel Ortega no siente ni presión interna ni internacional apropiada que lo obligue a llegar a un “entendimiento” “estar buscando este tipo de acuerdo y más aún cuando el proponente de esta negociación es corresponsable que la Coalición Nacional se debilite y se tiene que tiene para luchar por esa fuerza y como él mismo lo dijo considera muerta y enterrada (Coalición Nacional) ¿Cómo va a negociar con esa correlación de fuerzas?, se preguntó Pallais.
Para el analista, un nuevo intento de “diálogo” fortalecerá a la dictadura Ortega-Murillo “Ortega estaría feliz de negociar para fortalecerse y continuar en el poder o que la fuerza económica le conceda convivir con él para continuar negociando sus beneficios económicos, nunca Ortega va a negociar la libertad o la democracia del pueblo sino sólo lo que le convenga o le interese ¿Cuál sería el objetivo de esta negociación? permitir que el sector privado pueda mejorar su capacidad de hacer negocio en un contexto de dictadura, falta democracia, no creo que ni los empresarios quieran esto y el pueblo de Nicaragua mucho menos lo desea”, criticó Pallais.
Asimismo, Pallais advirtió que en los dos últimos diálogos o negociaciones, el dictador aprovechó para fortalecer la represión contra el pueblo nicaragüense “Ortega se ha negado a dialogar, no ha cumplido jamás con los acuerdos a los que se ha llegado,en un primer diálogo aprovechó para ganar fuerza, para organizar la represión, las fuerzas paramilitares y pasar a sangre y fuego a los nicaragüense que estaban protestando en las calles y el segundo diálogo aprovechó para bajar la presión internacional que no cumplió los pocos acuerdos a los que se llegaron y que usó ese tiempo para fortalecer la capacidad de la policía nacional, incrementando los medios, números y poder reprimir con mayor fuerza ejerciendo un control total de la sociedad nicaragüense”.
El experto reiteró que Ortega-Murillo no tienen interés en negociar y tampoco han querido hacerlo con la Organización de Estados Americanos (OEA) que realizó tres intentos infructuosos en favor de la democracia en Nicaragua.