Grupos de exilados preocupados por “panorama oscuro” antes reformas aprobadas por dictadura
Los grupos de exiliados que conforman el mecanismo de coordinación con el exilio y la diáspora nicaragüense en Costa Rica han demostrado preocupación por las recién aprobadas reformas orteguistas y la elección de magistrados sandinistas que controlarían el poder absoluto del Consejo Supremo Electoral para llevar a cabo un fraude en las elecciones de noviembre próximo, con un solo objetivo perpetuar a Ortega en el poder.
“Con estas reformas el régimen de Ortega sólo le está obedeciendo a su interés personal para quedarse en el poder y eso va a tener serias consecuencias, no solo en la parte política, sino en la parte económica”, señaló Luciano García, Presidente de Hagamos Democracia.
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Ante este “panorama oscuro” este jueves los grupos de exiliados se reunieron con dos especialistas para abordar el impacto que tendría esta decisión de Ortega y Murillo, tanto para el pueblo nicaragüense, organizaciones y partidos políticos, pero sobre todo las consecuencias a nivel internacional.
Para esto se contó con la participación del catedrático Harold Rocha y el integrante del grupo pro reformas electorales Gabriel Álvarez. ¿Qué incidencia tiene a nivel internacional? Es la pregunta que este grupo de exiliados le hizo a Rocha.
El especialista respondió que desde ya está teniendo incidencia, por solo el hecho que dos organismos internacionales se han pronunciado a nivel internacional, como es la organización de Estados Americanos OEA y el parlamento europeo.
“Ha sido un pronunciamiento demasiado contundente, podría parecer que es un comunicado muy fuerte”, expresó Rocha en alusión al comunicado de la OEA. El experto en derecho internacional explicó que Ortega perdió una gran oportunidad ante la comunidad internacional.
“Todo esperan que Ortega tenía intenciones de contribuir al proceso demcoratico y que esas elecciones sean justas, pero tiene que cumplir con los estándares internacionales para que sean reconocidas, pero nadie se explica el porque ha desafiado esas observaciones Había todavía expectativas de que alguna forma el régimen iba a utilizar eso como una negociación , pensábamos que ortega la iba a engavetar para usarla como negociación, pero esas dudas fueron despejadas ayer que fueron publicadas en la gaceta”, enfatizó Harold Rocha.
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Por su parte Gabriel Álvarez fue claro en decir que estas reformas aprobadas por el oficialismo y sus aliados no conllevan a un proceso “justo, libre y transparentes” y enumero algunos planteamientos: suprimen la observación electoral y la dejan sólo como “acompañamiento”. prohíben a los partidos políticos “recibir ningún tipo de financiamiento y donaciones privadas o públicas provenientes del extranjero”.
Los partidos políticos están obligados a solicitar ante la policía, la autorización para manifestaciones públicas, propias de la campaña electoral. mantiene la exigencia a los partidos políticos que las ternas para los consejos electorales departamentales, municipales, regionales deben ser 50% mujeres y 50% hombres, una meta muy difícil de lograr para la oposición. Los exiliados aglutinados en este mecanismos han coincidido con los expertos que no existen garantías para un proceso electoral con cambios fundamentales para regresar al país una plena democracia.
“Estas reformas no te dan las condiciones para que el pueblo pueda elegir libremente a su gobernantes, no se dan las condiciones para que existan elecciones libres y transparentes para que el pueblo elija a sus autoridades” expresó Zulma Rojas de Resistencia Campesina.
Por su parte, Héctor Morales del movimiento campesino La Cocha manifestó que “mi preocupación es que como la oposición se va a presentar a unas elecciones si no tienen garantías de nada, es mejor que se retiren porque es legitimar al gobierno, porque no hay la oportunidad de ganar ni siquiera un diputado”.
Días después de que aprobaran las reformas y eligieron a estos magistrados del CSE los grupos de exiliados emitieron un comunicado donde expresaron su total rechazo porque no eran las que esperaban en pueblo nicaragüense, ni mucho menos los exiliados.