Exasesor de la Casa Blanca pide más “sanciones personales” para la dictadura de Ortega
Elliott Abrams, exasesor de la Casa Blanca y quien fuera representante de Estados Unidos para Venezuela, pide al presidente Joe Biden, hacer más presión sobre la dictadura nicaragüense, porque a su criterio, el mandatario norteamericano no ha sido lo suficiente duro contra el dictador Daniel Ortega.
Las declaraciones de Abrams se dieron una semana después de que Estados Unidos impusiera sanciones a la pareja dictatorial nicaragüense, así como funcionarios del régimen, tras la “farsa electoral” del pasado siete de noviembre en Nicaragua, en donde Ortega se reeligió sin competencia para un quinto periodo presidencial y el cuarto de forma continua, además de reelegir por un segundo periodo consecutivo a su esposa y vicedictadora Rosario Murillo.
“Una parte de mí piensa, por haber trabajado en Venezuela, que es sumamente importante imponer sanciones personales a la gente de la cúpula del régimen y a los militares. Hay dos tipos de sanciones: económicas y de prohibición de viajar”, declaró Abrams en una entrevista con Newsmax, en Estados Unidos.
El exfuncionario estadounidense apuesta a la imposición de más sanciones contra altos mandos militares y policiales, los que considera como un pilar fundamental en el mantenimiento de Ortega en el poder.
“Si coges a un general y a su familia y le cuesta correr por España, Estados Unidos, América Latina y el Caribe, entonces creo que empieza a tener un impacto real. No creo que estemos haciendo lo suficiente”, añadió el exdiplomático.
“Se requiere de más países y su cooperación, por lo que, a su vez, requiere mucho trabajo. Es una de las formas prometedoras de incidir en los acontecimientos (en Nicaragua)”, agregó.
Lluvia de sanciones
El pasado 15 de noviembre, una semana después de las cuestionadas elecciones en Nicaragua, Estados Unidos sancionó al Ministerio Público de Nicaragua y a otros nueve funcionarios de la dictadura por lo que considera una “farsa electoral” las elecciones del pasado 7 de noviembre, en donde Ortega eliminó a los opositores que gozaban de amplio respaldo popular.
La respuesta de la comunidad internacional también incluyó sanciones de Reino Unido y Canadá.
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Al día siguiente, la Administración Biden proclamó una restricción y suspensión de entrada al país, como inmigrantes y no inmigrantes, a funcionarios del régimen de Daniel Ortega “responsables de políticas o acciones que atenten contra la democracia en Nicaragua”.
Las sanciones impuestas por Estados Unidos incluye a alcaldes, vicealcaldes y secretarios políticos del régimen “que planificaron, ordenaron, asistieron, ayudaron e incitaron, cometieron o participaron de otra manera, incluso a través de la responsabilidad del mando, abusos graves o violaciones de los derechos humanos para castigar a manifestantes pacíficos o negar las libertades fundamentales de los nicaragüenses, o quien intentó o conspiró para hacerlo”, se lee en el documento de las sanciones.
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Elliott Abrams también aseguró que “la expresión de Biden calificando (las votaciones) de ‘pantomima’ es correcta”, señalando que esto ha tenido eco en toda Europa y en gran parte de América Latina.
Abrams también sugirió que el próximo acontecimiento político importante en Nicaragua podría estar relacionado con la salud de Ortega, porque “está claro que no está en muy buena forma, y su sucesor se supone que es su esposa. Realmente me pregunto si las masas en las calles, el partido o los militares tolerarán eso. Ese podría ser el próximo momento de cambio”, finalizó.