Publican retrato hablado digital de Juan Sebastián Chamorro y Juan Lorenzo Holmann Chamorro
Los familiares de los presos políticos Juan Sebastian Chamorro y Juan Lorenzo Holmann presentan retratos hablados que revelan las deplorables condiciones en las que se encuentran los prisioneros en la Dirección de Auxilio Judicial, conocida como El Chipote.
En una conferencia de prensa virtual, Victoria Cárdenas, esposa de Juan Sebastián Chamorro, reiteró que tiene un año de no poder hablar con su esposo, por lo cual demandó su liberación inmediata y el cese de la incomunicación y confinamiento de los presos políticos.
“No es el Juan que he conocido por los últimos 31 años de mi vida, sino una versión extremadamente delgada, frágil y deteriorada de mi esposo”, manifestó Cárdenas.
Según la esposa de Chamorro, el régimen de Daniel Ortega mantiene una “política de exterminio. Basta de tratos crueles, inhumanos y degradantes a personas inocentes y dignas”.
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También señaló que no existe la atención médica oportuna, lo cual se suma a las condiciones inhumanas en que se encuentran en las celdas.
“Esto hace que sus vidas estén en riesgo cada minuto del día, con ese pensamiento nos acostamos y nos levantamos como familiares”, señaló Cárdenas quien también hizo referencia a las condiciones de confinamiento en que se encuentran los prisioneros.
De igual forma, Renata Holmann, hija del gerente general del diario La Prensa Juan Lorenzo Holmann, señaló que en la última visita su hermana no reconoció a su padre, ya que se encontró con una persona “extremadamente delgada, débil, pálida y convaleciente y al abrazarlo sintió cada uno de los huesos del cuerpo”.
«Los están matando poco a poco día a día, la dictadura busca deshumanizarlos y desgastarlos completamente», compartió la hija del Gerente General de La Prensa.
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La hija de Holmann dijo que su padre les informó que había tenido una fuerte infección estomacal, por lo cual sospechaban por las medicinas que les habían solicitado, pasó 21 días enfermo y debido a su situación le aplicaron suero intravenoso.
“Desde enero del 2022, mi padre se encuentra en una celda de castigo, empernada de dos por dos metros, sin ventilación, muy poca luz y con mohos en las paredes, condiciones que ponen en riesgo su salud, la cual era delicada antes de su detención”, manifestó Renata.