Rosario Murillo fue irrespetada, rechazada y relegada durante visita del presidente iraní a Nicaragua

La sancionada vicepresidente Rosario Murillo quedó relegada a segundo plano con la visita del presidente de la República Islámica de Irán, Ebrahim Raisi. Según la feminista María Teresa Blandón la narrativa del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo sobre “equidad de género” quedó “vergonzosamente” expuesta con la visita de Raisi.

Tras su llegada a NicaraguaNicaragua Ebrahim Raisi brindó un breve discurso acompañado por Daniel Ortega y Rosario Murilllo, al concluir Raisi y Ortega empezaron a caminar juntos, siendo así que Murillo quedó relegada al final. 

En la transmisión en vivo se observa que Raisi y Ortega ingresan a una sala privada junto a pocos funcionarios, inmediatamente cierran la puerta de acceso y se observa que Rosario Murillo está fuera de la sala junto a sus hijos Camila y Maurice Ortega Murillo. 

Al respecto, la feminista María Teresa Blandón aseguró que con la visita del presidente Iraní, Ortega hizo una grave “concesión” porque durante 16 años construyeron la narrativa de “equidad de genero”.

“En 16 años han construido una narrativa para presentarse como defensores de los derechos de las mujeres, con grandes logros en materia de equidad de género, con una apuesta por la paridad e incluso, la señora Murillo se ha declarado ella feminista, feminista de la auténtica”, expresó.

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Sin embargo, la activista señaló que es vergonzoso que recibieron al presidente de un país donde se violan sistemáticamente los derechos de las mujeres. 

“Estamos hablando de un gobierno que es heredero de una tradición misoginia, sexista, que ejerce multiples formas de violencia contra las mujeres. Si con eso pretendían entusiasmar a sus adeptos, creo que lograron lo contrario, ¿Que pueden pensar las mujeres que trabajan para el régimen que han proclamado como un gran logro la paridad de género?, donde su principal líder Rosario Murillo fue irrespetada, rechazada y relegada por un visitante en este caso, el presidente iraní”, expresó Blandón. 

La activista sostiene que la transmisión en vivo dejó en evidencia la sumisión y falta de congruencia con el discurso que proclaman.

“Vemos estas imágenes en donde evidentemente Daniel Ortega y el presidente de Irán constituyen una especie de cofradía que deja de lado a las mujeres, incluyendo a la propia vicepresidenta, está claro que admitió vergonzosamente, diría yo, que están negociando con un régimen que desprecia a las mujeres, ponen en evidencia el altísimo nivel de sometimiento, de sumisión y de falta de congruencia con el discurso que es manejado”, señaló.

De igual forma, la periodista, investigadora social y feminista, Sofia Montenegro, señaló que la actitud del presidente iraní es típica de un régimen teocrático fundamentalista para el cual las mujeres con costos son seres humanos.

“No me sorprende que hayan ignorado a Rosario Murillo, finalmente lo que sucede es que los iraníes terminaron imponiendo su protocolo, su manera de manejarse y imponerse a un Daniel Ortega cervil, que incluso le ningunean a su mujer y a su hija y lo aceptan con tranquilidad”,  expresó Montenegro. 

También señaló que Irán es un “mal socio” porque no respeta ni siquiera a la familia del anfitrión.

“Son dos dictaduras barbáricas antidemocráticas, una es teocracia y la otra dios es Daniel, pero aún así los iraníes lo ningunearon a él y a ella y a toda su familia, impusieron su protocolo, su manera de ser en un país ajeno, una vez Rosario viajó a Irán y tuvo que poner el velo y mantenerse separada de la mesa donde hablan los hombres porque solo los hombres tienen derecho a hablar”. 

Realidad de las mujeres en Irán

Tras la Revolución Islámica, además de las ya existentes leyes discriminatorias, se crearon otras restricciones que resultaban groseras e insultantes.  Se impuso el hijab de forma obligatoria para las mujeres.  

También se establecieron leyes discriminatorias en las cuestiones del matrimonio, la herencia, el derecho de familia, la custodia de los hijos y la ciudadanía.  

Se prohibió también entrar a las mujeres a estadios, a montar en bicicleta o motocicleta, y a jugar a determinados deportes.